Había una vez un blog en el que escribía una emprendedora contando el lado B de emprender... El inicio de este post podría ser este. O muchos otros. Porque en los comienzos todo es posible. Todo tiene potencial. Por eso me entusiasma tanto comenzar un blog con mi nombre propio. Hace apenas doce meses, esta posibilidad habría sido impensable. De hecho, hace doce meses pocas personas de mi entorno tenían noticia de que escribía un blog.
Sí ¿viste? No sos la única que minimiza la pantalla de su blog cuando "hay moros en la costa". Es muy curiosa esta condición clandestina, de mujer con dos identidades: la que tiene un trabajo que su entorno puede entender y por el que recibe determinada remuneración y la de bloguera desmesurada que escribe por el placer de escribir. Pero... ponele que escribir un blog con tu nombre es cruzar ese umbral: es asumir la condición emprendedora con todas las letras. Aunque para que realices esta asunción no necesitás ponerle a un espacio virtual tu apellido.
En fin... que me distraigo en irrelevancias y no te cuento lo que realmente te quiero contar. Quiero contarte por qué nace este blog, cuál es su propósito y qué es lo que podés esperar si decidís quedarte dejándome tu dirección de correo para que conversemos semanalmente.
Por qué contarte el lado B de emprender.
Quizás conozcas algo de la historia de mi negocio online pero... si no la conocés te cuento su propósito: ayudar a mil emprendedoras y otras tantas blogueras a hacer realidad sus proyectos con la herramienta más poderosa que conozco, la palabra. Aunque me dedico a ese proyecto en cuerpo y alma, no lleva mi nombre. Seamos honestas: hace cuatro años no me hubiese animado a tomar tal decisión.
Hasta que una tarde me animé a mostrarlo en mi grupo de Facebook y preguntarle a las blogueras que lo forman sobre qué les parecía que podía escribir en un blog que llevara mi nombre. Me sorprendió la respuesta casi unánime: sobre cómo se vive un emprendimiento, del otro lado. Sobre la experiencia de emprender pero no desde la perspectiva de un experto en negocios sino desde la mirada de alguien que no tiene un posgrado en marketing. Querían el lado B de emprender.
Era interesante la idea...Luego el universo conspiró para cristalizarla poco a poco:
- Empecé a sentir un fastidio poco común por la voz de tanto gurú que habla y habla sin decir nada.
- Me sentí un poco "oveja negra" en el terreno del emprendimiento online tal como lo enseñan en los programas de negocios (por que sí: cursé más de un programa de éstos a ver qué tenían para decirme.)
Un hito en específico, lo cambió todo. En junio, estaba ofreciendo un curso gratuito para blogueras y propuse un reto: compartir de forma pública en mi fanpage una selfie y un enlace a sus blogs. Para qué... Al principio parecía que nadie se animaba pero luego de que yo misma compartí mi selfie, llegó un aluvión de imágenes y mujeres que no se sentían cómodas retratándose pero de todos modos estaban decididas a "hacerse visibles".
El disparador definitivo no fueron los comentarios y la repetición constante del "no me animo", "no me gusta verme", "nadie sabe que escribo un blog", "quiero empezar mi negocio pero no sé cómo y este reto me anima". Así... vi mis dudas del pasado y el presente transformadas en comentarios de mujeres de toda latinoamérica.
¿Cuál es el propósito de contarte el lado B de emprender?
Entonces, luego de leer tantos comentarios... ¡eureka! Ahora perdí el miedo de decir que escribo un blog, pensé: por acá quiero trabajar desde mi identidad civil. Contando quién soy, lo que amo hacer y compañando a mujeres que todavía no son conscientes de su potencial a sacarle brillo a su talento.
Creo que en términos un tanto sensacionalistas para mi gusto este propósito se llama "empoderamiento". Si te sirve llamarle así... ése es el propósito de este blog: empoderarte desde el lado B de emprender. No quiero venderte fórmulas secretas. Quiero contarte lo que no se ve de un emprendimiento online. Ya existen muchas emprendedoras que comparten el "detrás de escena" de sus negocios así que no pretendo inventar la rueda sino que conozcas esta historia desde mi voz.
¿Qué podés esperar si te unís a las que viven del lado B?
Me gusta compartir conocimiento. Soy docente de vocación y profesión. A mí, me puede la docencia en sangre, así que quiero contarte todo lo que vos aprendiendo sobre cómo crear, sostener y hacer crecer tu proyecto personal y cómo se vive cuando el negocio se combina con un útero (creéme que no es lo mismo...) y una familia que tiene que seguir el ritmo de una mamá que trabaja online.
Te quiero contar mi vida como emprendedora desde el lado que no ves en La Desmesurada: lo que está más allá de la pantalla y pocos muestran pero es tan -o más- importante que mi negocio online en sí mismo. Sí, ya lo dije antes: el lado B de emprender. Espero que quieras participar de esta propuesta porque, aunque no tengo nada extraordinario para compartir (más que una extraordinaria tendencia al exceso) seguramente compartimos miedos, prejuicios y conflictos. También aficiones, pasiones y deseos. Si amás la escritura, el diseño hecho a mano y todo objeto que embellezca y eleve la realidad de todos los días...
Bienvenida a mi blog. Empecemos a hacer visible el lado B de emprender online (la versión uterina y desmesurada)