Como creo que me he portado bastante bien y he cumplido eso que prometí cuando empezó el otoño de no hablar demasiado sobre esta adorable estación, voy a hacerle un pequeño homenaje ahora que llega a su fin, para despedir estos meses llenos de colores marrones y anarajados como se merecen.
Las fotos son todas del mismo día, durante un paseo mañanero hacia el parque a principios de diciembre.
Tomad asiento y, aunque no seáis amantes del otoño, disfrutad de los colores de los árboles en esta época del año, de las hojas crujientes y de la lluvia de hojas amarillas, porque poco nos va a durar. ¡Y bienvenido seas, invierno!
Las dos últimas se las debo a mi hermana, que observaba a los gatos desde una distancia prudente mientras yo me hice amiga del más simpático de la familia. Son tan tiernos cuando se te acercan y te empiezan a seguir cuando te vas...
PD: Os recuerdo que quedan sólo dos días para participar en el sorteo, ¡aún tenéis tiempo de rellenar el formulario hasta el 25 de diciembre (incluido)!
¡Un besico!