Muchos jóvenes tienen grandes ideas de negocio. Sin embargo, son solo unos pocos los que consiguen cumplir sus sueños. Entre estos afortunados encontramos a estos dos jóvenes estudiantes que consiguieron crear una marca de ropa especializada en la venta de poleras.
Comenzar un proyecto desde cero es como aprender a montar en bici. Al principio, pones todo tu empeño y energía, necesitas un empujón y la ayuda de los ruedines.
Poco a poco vas encontrando el equilibrio y te permites liberarte de los apoyos pero, te tambaleas y te caes. En este punto tienes dos opciones: quedarte en el suelo o levantarte y volverlo a intentar. El segundo caso correspondería al emprendimiento efectivo.
Conseguir vencer las adversidades reporta grandes satisfacciones. El emprendimiento no tiene como fin único el retorno de la inversión y la obtención de beneficios. Empezar una actividad profesional implica mucho más.
“Desde que empezamos a trabajar en Moulis&Co. he aprendido que los sueños con esfuerzo se convierten en realidad, que las barreras son mentales y que solo hace falta fe en uno mismo para poder romperlas” defiende el emprendedor Jaime Moll, el menor de los hermanos.
Los fundadores de Moulis&Co. nos ayudan a saber qué es lo que hay que hacer antes de emprender
Antes de emprender es necesario observar el mercado y analizar las posibilidades de éxito de tu idea. En la actualidad, con un mercado saturado y una oferta muy amplia, la clave está en la diferenciación. Los productos deben sorprender y ser lo más innovadores posible.
Además, otro aspecto importante para conseguir distinguirse del resto de la oferta es un potente y planificado plan de comunicación.
A la hora de promocionarse hay que conocer el público al cual va dirigido el producto. De esta forma, los mensajes se podrán adaptar para que resulten más atractivos al cliente.
Moulis&Co. se anuncia en las redes sociales y ha participado en varios showrooms para que sus consumidores (principalmente jóvenes adultos) tengan la posibilidad de descubrir el producto.
Esta emergente empresa es otro claro ejemplo de un emprendimiento juvenil digno de admiración. Al igual que Hawkers o C21, todos los empresarios jóvenes y en fase de desarrollo tienen algo en común: un sueño o meta a alcanzar y la suficiente tenacidad para lograr el éxito.
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