Si, por ejemplo, vives en una gran ciudad, es posible que, cuando sales a la terraza de tu casa, te apetezca imaginar que tienes una isla tropical en el horizonte.
Para conseguirlo, coloca en la pared, sobre los sillones de mimbre, una bonita lámina de un maravilloso paisaje. Puede ser una foto que hayas hecho tú mismo, y otra de las que puedes comprar por muy poco dinero en las páginas web de archivos de imágenes.
Nosotros te recomendamos hacer una impresión de gran formato, que puedes encargar en un laboratorio fotográfico o en un centro especializado. Si quieres exponer tu paisaje en un exterior, tienes que laminarlo.
De hecho, las impresiones digitales se pueden hacer con impresoras que cuentan con tintas de base solvente, que son muy resistentes, pero las condiciones ambientales (frío, luz, lluvia, nieve...) en poco tiempo acabarían dañando el soporte. Sigue los consejos de los técnicos del laboratorio, pero recuerda que:
Es conveniente montar la impresión sobre un material rígido, para evitar que las esquinas se doblen y para darle más consistencia. Se pueden utilizar materiales muy variados y de diferente rigidez.
Pide que protejan la lámina, con laminación y/o encapsulamiento. En el primer caso se trata de una capa de película transparente que se aplica, mediante unas prensas especiales, sobre la superficie de la imagen, mientras el encapsulamiento se realiza en ambas superficies de la impresión (una vez montada).Presta atención, pues algunos materiales requieren el laminado en frío, mientras otros lo permiten también en caliente. Para aplicaciones en exteriores de larga duración es recomendable laminar en frío, pídeselo pues a tu proveedor.
La misma idea ser puede aplicar a muchos oros usos, como el retrato de tus hijos, un dibujo impreso en gran formato ¡o lo que tu imaginación te sugiera!
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