2 – Quiero tener un sitio web que salga en los primeros resultados de Google
3 – Pero cómo sé que puedo tener un sitio web
Comenzaré por el final. Mi opinión sobre el tema de las webs corporativas es que NO todos los negocios deben tener un sitio web, y si lees con detenimiento mi artículo sabrás las razones que me llevan a afirmar algo así. De paso, te dará algunas claves para que evalúes si tu negocio efectivamente necesita un espacio digital, o no.
innumerables artículos que tocan el tema en Google. En fin, una web es una herramienta de comunicación maravillosa, siempre que esté bien hecha. Repito, siempre que esté bien hecha. ¿Pero qué significa esto último?
En los 90s cuando internet era un boom, y todo era nuevo en este sentido, bastaba con tener un sitio web, sin embargo, en la actualidad esto ha cambiado. En aquel entonces los sitios web era una cosa súper especializada que solo las grandes empresas tenían, así que si alguien las buscaba las encontraban con seguridad. En la actualidad con la cantidad de sitios existentes, y la competencia que esto supone, tener un sitio digital no es suficiente, es necesario que ese espacio sea visible (en los buscadores) para los prospectos de tu negocio, de lo contrario estás botando el dinero.
Tener un sitio web, que nunca sale en las primeras búsquedas de Google, es como no tenerlo. El 70% de las personas que googlean nunca pasan de la primera página de resultados, y nadie de la tercera (Ok, ya sé que conoces a alguien que sí lo hace, pero una persona no es estadísticamente significativa). Si nadie ve tu web, entonces de qué te sirve. Respóndete tú mismo.
guías disponibles en Internet sobre el tema. Aun así, te comentaré algunas de las cosas que comúnmente se debe tener en cuenta para lograr visibilidad, y te percatarás que no es gratis, aunque lo hagas tú mismo.
Lo primero es que tu sitio web debe estar optimizado para que los buscadores lo indexen adecuadamente. ¿Pero esto qué significa? Te explico, los buscadores tienen un conjunto de reglas que los sitios webs deben cumplir para ser mostrados a los usuarios. Por ejemplo, los buscadores favorecen los sitios que aportan periódicamente contenido nuevo y de valor, si tu sitio es del siglo pasado y no has cambiado ni una coma desde entonces olvídate de salir en los primeros lugares de Google. El contenido debe ser original, si copias los buscadores se da cuenta y no te muestran a tus potenciales clientes. Debes utilizar palabras claves, metadescripciones, y muchas cuestiones técnicas que no todos dominan.
Otra cuestión que debes cuidar son los enlaces entrantes desde otros sitios web. A estos elementos los buscadores le atribuyen bastante peso, pues es la forma en que Google y sus colegas entienden que eres conocido, y que te consideran una referencia relevante en el sector de tu negocio. Pongamos un ejemplo de la vida real para que te hagas una idea, si estás buscando dónde comerte unas pizzas en tu ciudad le preguntas a un grupo de amigos, que te dirán (en orden de relevancia para ellos) cuáles establecimientos prefieren. Seguramente te decidirás por aquel que más veces mencionaron, y por la rimbombancia atribuida al sitio. Pues los buscadores hacen algo parecido, tienen en cuenta las referencias a tu sitio web para decidir en qué lugar colocarte.
Un tercer elemento importante son las redes sociales. Estas plataformas reproducen virtualmente las relaciones que se dan en la vida real, de ahí la forma en que han calado en la cultura. Incluso, los buscadores le dan bastante importancia a los contenidos con los que los usuarios interactúan, pues asumen que cada persona solo le da like o comparte aquello que le resulta interesante. Si compartieron tu negocio significa que le interesas a alguien, y podrías (potencialmente) interesarle a más personas.
Estos son apenas tres cuestiones a tener en cuenta para lograr posicionamiento, pero Google ha declarado que considera más de 200 factores diferentes. Como ves, contratar a alguien que haga estas cosas para ti representan un gasto, pero si decides hacerlas tú mismo entonces inviertes tiempo en aprendizaje y optimización, y sabes lo que dicen por ahí, el tiempo es oro. Queda confirmado entonces que no es suficiente con tener un sitio web, y tampoco es fácil lograr y mantener la visibilidad del mismo en Google.
Pero cómo sé que puedo tener un sitio web
Si tú eres de esas personas que tiene un negocio, y le han dicho siempre que debe estar en internet, después de leer estas líneas tandrás tus dudas. Pero te daré algunas claves para que sepas si realmente necesitas, o puedes permitirte, un sitio web de calidad. Antes quiero advertir una cosa, estas no son recomendaciones infalibles, son más bien el resultado de mi experiencia en el mundo del marketing y la comunicación.
El primer factor a considerar es la dimensión del negocio. No daré muchas vueltas a este tópico, si tu negocio es una pequeñísima PyME familiar, en la que vendes unos cuantos almuerzos corporativos a personas de los centros de trabajo que están alrededor de tu establecimiento, y la demanda supera tu oferta, entonces no necesitas una web. En cambio, si es un negocio en crecimiento, o cuentas con una oferta novedosa y abundante, que aún no genera suficientemente demandada, entonces un sitio web bien posicionado te ayudaría muchísimo.
La anterior reflexión nos lleva al segundo factor, los objetivos del sitio web. Ya sabes que lo necesitas, pues te reconoces en alguna de las situaciones anteriormente expuestas, pero debes pensar qué es lo que pretendes lograr con tu espacio en internet. No es lo mismo que quieras vender en internet, necesitarías una tienda online, a que solo pretendas darte a conocer, resolverías con una plataforma más sencilla. En dependencia de los objetivos que persigas con el sitio web, podrás determinar qué tipo de web necesitas.
El tercer factor a considerar, es la capacidad de inversión en el sitio web. Más de una vez cuando converso con diferentes personas sobre los costos de diseñar, publicar y mantener un sitio web se alarman. Es usual subvalorar el trabajo de otros cuando no se conoce a fondo. Pero, para empezar, la mínima inversión que debes realizar es la compra de un hosting y dominio, y estas cosas no siempre son económicas. Por otra parte, la profesionalidad y experiencia de la persona que dará vida a tu sitio web tiene también tiene un precio, respetémoslo.
Si consideras que necesitas tener un sitio web, y puedes costeártelo, entonces es momento de evaluar, como cuarto factor, tus posibilidades reales de darle seguimiento. Si no sabes cuántas personas visitan tu plataforma, y qué información específica consultan o descargan, va ser muy difícil que puedas mejorarla para llegar mejor a potenciales clientes. No basta, como dije antes, con tener un sitio web y punto, debemos atenderlo para que este rinda frutos.
El último factor es el ROI del sitio web. ¿Quién es ese? No. No es ningún personaje humorístico ni nada por el estilo, de hecho, es una de las cuestiones que más dolores de cabeza provoca a los mercadólogos, y es el Retorno de la Inversión (ROI por sus siglas en ingles). Toda acción o canal de marketing y comunicación diseñado, para tu negocio, debe estar justificado en la búsqueda y adquisición de ingresos. Si no tienes claro de qué forma tu sitio web te genera dinero, directa o indirectamente, entonces probablemente no lo necesites, así de simple.
Bueno, si has llegado hasta aquí es que realmente te ha interesado el tema, pues la verdad cuando comencé a escribir no imaginé escribir tanto. Eso sí, esta es una cuestión que merece ser debatida, pues muchas empresas de marketing tratan a toda costa de venderles a los clientes un sitio web, tanto si lo necesitan, como si no. Si te resultó de utilidad este artículo es posible que a otros también les interese, así que compártelo en tus redes sociales, o envía el enlace a algún amigo, a fin de cuentas, no cuesta nada.