Cuando trabajas con niños, es fundamental tener paciencia. No siempre les gustan que los muevas para un lado, para otro, que los cambies, etc etc, y hay que hacerlos sentir a gusto para que nos puedan dar, su mejor sonrisa. Pero es que Claudia va para modelo ¡¡Seguro!! Desde el primer momento no paraba de reírse, de mirar a la cámara y se sentía tan a gusto, que nos dio muchísimos momentos que quedarán para el recuerdo, en una tarde fantástica de fotos en donde incluso Paula (la hermana mayor) también se animó con su simpatía, delante de mi cámara.
A los papis, se les hizo muy difícil elegir una foto para poder regalar a sus invitados en el bautizo, así que ni cortos ni perezosos, me pidieron diez porque las imprimirían casi todas.
Gracias Silvia y Juanmi por el buen ratito que pasamos en la sesión, y por elegirme para plasmar estos bonitos recuerdos.
Y gracias Eva, por confiar una vez más en mi trabajo, al recomendarme