Evolución de las aplicaciones móviles
Con la llegada de las pantallas a color, el acceso a internet y la presencia de la capacidad de ejecución de código Java en móviles, la importancia de las aplicaciones móviles comenzó a tomar un nuevo sentido que sería la simiente de la importancia del ecosistema de aplicaciones móviles descrito en el primer párrafo. En vista de las posibilidades de conectividad, comenzó a crearse un entorno basado en internet en donde los usuarios podían pagar y descargar aplicaciones que en general eran juegos pero algunos permitía usar servicios de ordenador como Windows Live Messenger.
Nokia por ejemplo, había movido toda su maquinaria para aprovechar esta tendencia salvo que cometió un error poco común y desafortunado que no necesariamente indican un error: se adelantaron a su época y lanzaron plataformas de videojuegos móviles y un ecosistema de aplicaciones que abrumó a muchos consumidores en vez de producir interés. Esto es clásico de adelantarse a su época y ha ocurrido en muchas otras situaciones en diferentes momentos de la historia, lo que significó la creación de una oportunidad que Apple aprovecharía en 2007 con el lanzamiento de su famoso iPhone, que como muchos sabemos, marcó el inicio de una nueva era de teléfonos inteligentes.
Las redes sociales
El éxito de este paradigma comenzó a dictar las nuevas reglas de comercio de Smartphones, provocando que muchos fabricantes perdieran el rumbo como ocurrió con Nokia y con Blackberry. Para 2008, Google lanza al mercado un sistema operativo para móviles que llevaba preparando por más de 2 años, siendo el primer modelo el HTC Dream G1, que produjo un éxito suficiente como para captar a los demás fabricantes, que terminaron por adoptarlo para poder hacer frente al éxito de Apple y su serie de iPhones.
Google había previsto la necesidad del ecosistema de aplicaciones móviles como factor decisivo en el despertar del interés de los consumidores, salvo que su actuar no sería individual sino más bien a través de los demás fabricantes, pues Google no es una empresa que fabrique celulares. Su sistema operativo era un producto que además incluía un ecosistema de aplicaciones, que tenía como truco la regla de que todas las apps desarrolladas se publicaran gratuitamente para atraer a los usuarios. Los desarrolladores podrían conseguir remuneración mediante publicidad, de forma que todos saldrían ganando; esto despertó muchas críticas por la baja calidad de las aplicaciones publicadas pero propició un crecimiento en su número muy sustancial.
Tiendas de aplicaciones móviles
En este punto es donde se demuestra la importancia de un ecosistema de aplicaciones suficientemente diverso; Firefox OS es un sistema operativo para móviles prometedor basado en HTML que permitiría su personalización y un entorno de desarrollo ideal, pero que carecía de un ecosistema de aplicaciones suficientemente amplio como para ser realmente competitivo. Windows Phone es otro claro ejemplo de un sistema que no terminaba de hacerse un lugar en el mercado por la misma causa y tuvo que impulsarse usando una marca ya existente: Nokia. Hoy tiene un lugar más seguro gracias a este movimiento aun cuando implicara la casi desaparición de la marca finlandesa.
Un último ejemplo es RIM y su casi difundo BlackBerry OS, que en sus últimos momentos terminó por incluir la capacidad de ejecutar aplicaciones diseñadas para Android, para aprovechar su ecosistema de aplicaciones y poder tener una oportunidad más de sobrevivir en el mercado móvil. Actualmente es muy probable que BlackBerry OS esta moribunda, pues RIM haya decidido lanzar productos nuevos basados en Android, con las características de seguridad que le caracterizan presentadas a los usuarios como un valor agregado exclusivo de su marca. El Blackberry Priv es la sensación y quizá la salvación de RIM en el mercado de Smartphones.
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