Uno de los procesos más críticos en toda construcción de edificaciones, así como también en las reparaciones o mantenimiento de techos, es la impermeabilización. La razón principal de ello es que los impermeabilizantes suelen actuar como aislantes térmicos y protegen, a la vez, los techos de factores climáticos como el calor y la lluvia, los cuales son los principales culpables de las eventuales filtraciones y humedad.
No obstante, existen diferentes tipos de métodos de impermeabilización, los cuales proporcionan sus propias ventajas. Conozcamos algunos de los tipos de impermeabilización más utilizados y sus ventajas.
Membrana impermeabilizante líquida
Las membranas impermeabilizantes líquidas se aplican como un recubrimiento líquido que al curarse forma una membrana duradera, sin costuras y flexible. Por lo general, se utilizan para techos, terrazas, sótanos y otras superficies horizontales o verticales.Ventajas
Fácil aplicación: Las membranas líquidas se pueden aplicar con brocha, rodillo o rociador, asegurando un recubrimiento suave y consistente.
Protección sin costuras: el líquido forma una barrera continua y sin costuras, que evita la penetración de agua y posibles fugas.
Flexibilidad: Las membranas líquidas se adaptan bien al movimiento de la superficie subyacente, lo que las hace adecuadas para áreas propensas a la expansión y contracción.
Impermeabilización cementosa
La impermeabilización cementosa implica la aplicación de un revestimiento a base de cemento, generalmente en superficies de hormigón. Se utiliza habitualmente en sótanos, piscinas y depósitos de agua.Ventajas
Excelente adherencia: Los revestimientos cementosos se adhieren eficazmente al hormigón, proporcionando una capa impermeabilizante, resistente y duradera.
Resistencia estructural: Estos recubrimientos mejoran la integridad estructural del concreto al rellenar y sellar grietas, evitando la intrusión de agua.
Transpirabilidad: La impermeabilización cementosa permite que la humedad dentro del concreto escape, lo que reduce el riesgo de humedad atrapada y posibles daños.
Impermeabilización Bituminosa
La impermeabilización bituminosa utiliza asfalto o materiales a base de alquitrán de hulla para crear una barrera impermeable. Se utiliza comúnmente en techos planos, cimientos y estructuras subterráneas.Ventajas
Excelentes propiedades impermeabilizantes: Los recubrimientos bituminosos brindan una resistencia excepcional a la penetración del agua, protegiendo las superficies subyacentes.
Flexibilidad: Los materiales utilizados en la impermeabilización bituminosa ofrecen flexibilidad, lo que les permite adaptarse a los movimientos estructurales sin agrietarse.
Resistencia a los rayos UV: Los recubrimientos bituminosos a menudo contienen aditivos resistentes a los rayos UV, lo que garantiza la longevidad y la protección contra el daño solar.
Membrana líquida de poliuretano
Las membranas líquidas de poliuretano son recubrimientos curados con humedad que forman una capa impermeabilizante, elástica y sin costuras. Se utilizan ampliamente para techos, balcones y otras superficies expuestas.Ventajas
Alta flexibilidad: las membranas de poliuretano pueden soportar fluctuaciones extremas de temperatura, lo que las hace adecuadas para áreas con diversas condiciones climáticas.
Durabilidad: Estas membranas ofrecen una excelente resistencia a la abrasión, los productos químicos y la radiación UV, lo que garantiza una protección duradera.
Curado rápido: Este material cura relativamente rápido, lo que minimiza el tiempo de inactividad durante la aplicación.
Impermeabilización de silicona
La impermeabilización con silicona implica la aplicación de un revestimiento a base de silicona a superficies como techos, fachadas y tejas. Forma una capa altamente impermeable y transpirable.Ventajas
Impermeabilización superior: Los revestimientos de silicona proporcionan una repelencia al agua excepcional, previniendo eficazmente la intrusión de agua.
Transpirabilidad: La impermeabilización de silicona permite que la humedad atrapada escape al mismo tiempo que previene la penetración de agua externa, lo que reduce el riesgo de crecimiento de moho y hongos.