En los sitios públicos se tiene entendido que cualquier persona puede tomar una fotografía sin tener que solicitar un permiso previo, tan sencillo como andar en la calle y capturar el paisaje. Los fotógrafos al parecer ya no pueden realizar su hobby de forma tranquila porque se ha proliferado una mala opinión al respecto.
Para averiguar hasta qué punto es así, el pasado 21 de junio, la ONG Shoot Experience, y dentro del London Street Photography 2001, envió seis fotógrafos a distintas zonas de Londres para comprobar nuestros "derechos" reales.
El estudio se realizó de una forma realista, cada uno llevo su equipo de fotografía con diversas características desde profesional hasta amateur.
Todos ellos fueron instruidos para fotografiar siempre dentro de zonas públicas, tal como lo harían en un día normal. El evento tuvo como objetivo probar las políticas de vigilancia del espacio público y privado de las empresas de seguridad privada y su reacción a los fotógrafos.
El video que ves a continuación muestra los resultados de la prueba. Juzga por tí mismo:
All were instructed to keep to public land and photograph the area as they would on a normal day. The event aimed to test the policing of public and private space by private security firms and their reaction to photographers.
The result? Every one of the photographers was confronted at least once, and in three cases the police were called.
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