Uno de los grandes beneficios de disparar en RAW es que los archivos RAW disponen de un rango dinámico muy superior al de un JPG. Esto se traduce en que los detalles en las sombras y luces de una imagen que, de dispara en JPG se perdería, sí son almacenados por los RAW. Esto nor permite que, de ser necesaria, esta información pueda ser recuperada en un post-procesado, pudiendo así mejorar nuestra toma.
El fotógrafo Jake Kelly disparó en un teatro la fotografía que se aprecia a la izquierda tanto en RAW como en JPG, subexponiéndola de forma totalmente intencionada. Posteriormente, desde Lightroom, y apoyándose en el archivo RAW, pudo recuperar una cantidad ingente de detalles que definitivamente hubiera sido imposible de rescatar con el JPG.