Desde hace 3 días tengo en mi poder el iPhone 5S, lo pedí en diciembre pero para obtenerlo tuve que subir el Everest y derrotar a 2 medusas, al hombre sin cabeza, a 4 cíclopes, 7 ogros y al Chapulín Colorado, ha sido toda una hazaña para que llegase a mis manos. Mi emoción está a -1 porque seguramente mañana sale el iPhone 6, pasado mañana el iPhone 6S y al día siguiente el iPhone 7, digo, esa es la tónica de Apple ¿O no? Bueno, por hoy lo disfrutaré, je je.
El teléfono que me dieron es el de color plateado, me impresiona el peso, es ligero, delgado y con finos acabados. Estoy fascinado con el Touch ID porque además de tener la función para desbloquear el aparato sirve como clave para descargar apps, ya no hay que escribir la contraseña a cada rato. Las fotografías que se toman con ambas cámaras son inigualables, me encanta la resolución. La función de videos en cámara lenta es otra de las características que impresiona a cualquiera, aunque para exportar este tipo de videos hay un truquito: Tiene que enviárselo a usted mismo al correo y descargarlo desde allí porque si lo comparte de forma directa el video saldrá a velocidad normal. Con ese truco podrá subirlo a Youtube, Facebook e Instagram sin problemas.
La foto me delata, sí, confieso, no me puedo separar de la Huawei MediaPad 7 Vogue.
En general y hasta donde he visto es un buen aparato, pero el sábado por la noche tuve un inconveniente mientras departía con unos amigos que son ingenieros en sistemas, de repente el software se reinició solo, las bromas fueron incontables. El domingo casi fue el Apocalipsis cuando la pantalla se quedó en negro, la toqué mil veces, incluso le pedí ayuda a Siri y todo funcionaba pero no se miraba nada, un caos, o como dicen en España: ¡Un Cirio Pascual! Después de 10 minutos logré reiniciar el aparato y todo volvió a la normalidad.
Pronto les mostraré más de este buen teléfono.
Saludos.