Altamente recomendable ;)
No sé si a ti te ha pasado (me juego un euro a que sí) pero yo desde pequeño llevo escuchando en mi familia (padres, abuelas, tíos…), en la escuela, incluso en los medios de comunicación que tenía que convertirme en un hombre de provecho.
No te voy a engañar, la primera vez que lo escuché era tan pequeño que todavía recuerdo que me quedé pensando qué narices querría decir eso. Pero poco a poco a todos (por desgracia) nos lo hacen saber.
Me refiero a eso de ser una persona correcta, esforzarte y estudiar para tener buenas notas, ir a la universidad y tener una titulación con la que el resto (especialmente tus padres) se sientan orgullosos, buscarte un empleo seguro… ¡Fijo que te suena y no hace falta que siga!
Yo siempre fui de pequeño un poco rebelde, pero tampoco nada fuera de lo normal, así que a medida que fui creciendo me metí en esa concepción que nos inculcan de que el éxito es eso de tener un buen trabajo, un buen coche, una buena casa…
Y si todo puede ser mejor que lo del vecino, mucho mejor. (A día de hoy sería más que sea mejor que lo de tu cuñado ;-) ) Porque tenemos una concepción equivocada del éxito y no nos han contado la verdad como para poder alcanzarlo.
De hecho, a mis 25 años tenía mi diplomatura y licenciatura, trabajaba en una empresa que a los 6 meses de empezar me hizo indefinido y me costeó el 85% del master que iba a realizar, tenía novia, un buen sueldo…
Vamos, que solo me faltaba hipotecarme para tener el pack completo y luego ya tener hijos y dedicarme a trabajar en mi puesto de trabajo seguro disfrutando de la vida que quisiera a partir de la jubilación.
De hecho sentía que lo que me debía faltar debía ser eso, la casa y los hijos, porque el trabajo no me disgustaba (a pesar de que no me hacía completamente feliz) y a pesar de todo yo me sentía un poco vacío. Estaba cumpliendo lo que me habían dicho y sin embargo… ¡algo fallaba!
La crisis hizo que la empresa tuviese que cerrar su sede de Salamanca (que es en la que yo trabajaba) despedir a todos y quedarse solo con la de Madrid, así que vuelta a empezar. No tenía miedo, había hecho todo lo que me habían dicho, así que el éxito estaba garantizado. ¿O no?
Tú y yo sabemos que la respuesta es no. El éxito es otra cosa. La felicidad es otra cosa. Existe otro tipo de vida posible y quiero aportarte mi granito de arena para que pueda ser así.
LOS 4 TIPOS DE TRABAJADORES
¿Sabes que a día de hoy sigue habiendo datos de que 8 de cada 10 personas están insatisfechas con su vida profesional? A pesar de haber cambiado de era, seguimos estancados en la era industrial en la mayoría de los casos, y sobre todo mentalmente. Y eso es un dato escalofriante.
No significa que ese 80% de personas odien su trabajo, ni mucho menos. Por suerte, ese tipo de personas son las que menos, pero si dividiésemos los trabajadores por tipos podríamos clasificarlos así:
Grupo 1: Personas que aman su trabajo, están contentos con sus ingresos y disfrutan de lo que hacen en su día a día. Este grupo de personas serían la minoría, aquellos que realmente su trabajo es su vocación y la inmensa mayoría son emprendedores y 100% responsables de su vida. Son realmente muy pocos y se encuentran dentro de ese 20%.
Grupo 2: Personas que su trabajo no es su vocación pero les gusta, aunque no disfrutan realmente de él y quizá no estén 100% contentos con su salario, su horario… De este grupo, parte de esas personas se podrían incluir dentro del 20% del que te hablaba.
Grupo 3: Personas que trabajan por dinero. Si no fuese porque necesitan el dinero no se levantarían por la mañana para trabajar y hacen lo justo en su puesto de trabajo. Si hay que trabajar lo hacen pero si pueden escaquearse también lo hacen. Este grupo estaría dentro del 80% de insatisfechos y son la mayoría de las personas.
Grupo 4: Personas que odian su trabajo, odian lo que hacen y odian los ingresos que tienen. (No es solo un problema de trabajo) Afortunadamente son la minoría y cada vez gracias al nuevo paradigma laboral y la nueva era del conocimiento son muchos menos.
¿En qué grupo estás? Y lo que es más importante aún, ¿en qué grupo de los 4 quieres estar?
Estoy seguro que si lees este blog es porque eres una persona inconformista que no desea pasar cada uno de los días sin pena ni gloria y está dispuesto a ser el dueño de su vida por lo que la respuesta será el grupo 1 y emprender.
No hace falta esperar a la jubilación para ser feliz. No es necesario levantarse por la mañana con cara de acelga y legañas en los ojos tristones para ganar un dinero con el que llegar a duras penas a fin de mes. No es necesario conformarse con unos días de vacaciones al año en los que desahogarse del otro 90% de los días.
¡No es necesario seguir un canon marcado para vivir!
Que la mayoría de las personas haga algo no significa que sea acertado, aunque nos cueste creerlo. Salirse del camino estipulado y hacernos responsables de nuestra vida es difícil y duro, lo sé. Pero no salirse acaba siéndolo más porque el precio que se paga es más alto.
LOS 3 PILARES DE TU VIDA
Existen 3 pilares en tu vida que son fundamentales para que sea buena: salud, dinero y amor. Es muy, pero que muy complicado tener una vida feliz si alguna de esas tres patas está rota. Y en definitiva, todos queremos ser felices, ¿no?
Pero estoy hablando de ti. De tu salud, de tu dinero y de tu amor.
Seguimos intentando desligar vida profesional de vida personal, cuando en realidad solo tenemos una vida. Es imposible cambiar el chip cuando sales del trabajo y ser una persona completamente diferente al entrar por la puerta de casa e intentar hacer eso conlleva unas consecuencias.
En general, el miedo y nuestras creencias limitantes nos impide dar el paso creyendo, erróneamente, que tenemos más que perder si lo hacemos, pero nada más lejos de la realidad.
#1. Salud
¿Sabes hasta qué punto puede llegarte a enfermar llevar una doble vida? Parece que eso de doble vida suena a otra cosa, pero si no te encuentras en el grupo 1 de ese tipo de trabajo del que te hablaba antes, entonces llevas una doble vida.
¿Qué por qué? ¡Me alegro que me hagas esa pregunta!
No hay consonancia entre tu ser-hacer-tener y solo en esa línea se puede llegar al éxito y la felicidad, y eso no se marca por lo que el resto de personas te digan que tienes que ser-hacer-tener. Esa concepción errónea de éxito basada en la buena aceptación de los demás no sirve.
Cuando no actúas en equilibrio tu cuerpo lo siente y resulta que tendemos a enfermar, tan sencillo como eso. Y estarás de acuerdo conmigo que sin salud, ¡el éxito, la felicidad, la abundancia… es imposible!
En mi propio caso, antes de dar el paso de tomar las riendas de mi vida, mi cuerpo en diferentes momentos me dijo te estás pasando. Al principio solo eran llamadas de atención, pero poco a poco el cuerpo empeora y grita y si no le haces caso, acabas pagándolo más caro.
A día de hoy vivo con una gastritis crónica, porque puedas hacerte una idea.
#2. Dinero
Yo he pasado mucho tiempo levantándome por la mañana por lo único que nos levantamos la inmensa mayoría de los mortales para ir a trabajar, por dinero.
He aceptado trabajos o he hecho proyectos únicamente por dinero con el fin de cuando llegase el momento y tuviese la oportunidad (prometida) ya daría el paso. ¡Error! Ya sabes que eso no llega.
Si no cambias tu enfoque de la vida, sí de la vida no solo del trabajo, nunca dejarás de trabajar por dinero. Todos necesitamos dinero, es importante y necesario, pero que sea el centro de tu vida te hace un flaco favor.
Tenemos creencias erróneas en cuanto al dinero porque el sistema educativo falla y estoy seguro que como a mí, nadie te enseño nada relativo a inteligencia financiera (como seguro que tampoco tuviste ninguna asignatura relacionada con inteligencia emocional).
Para dejar de levantarte cada mañana por dinero y pasarte el resto de tu vida haciéndolo es fundamental que dejes de estar peleado con el dinero y mejores tu educación financiera. Te recomiendo sin duda como primera lectura El código del dinero de Raimon Samsó que fue coach del propio Álvaro.
Además, en este libro aprenderás de la mano de un experto el camino para emprender y pasar de empleado a emprendedor.
#3. Amor
¿Qué pensarías si la persona que más quieres se dice a diario cosas tipo yo no valgo para eso, no puedo… o ves que cada día está peor de salud como te hablaba anteriormente?
¿Te parece que así puede llegar a ser feliz, tener éxito…? ¡Evidentemente no! Y como seguro que sabes perfectamente por donde voy… La persona a la que más quieres (o deberías) es a ti mismo.
¿Qué te dices? ¿Cómo te hablas? ¿Te limitas tú mismo? En definitiva… ¿te quieres?
Te recomiendo un libro que a mí me ayudó mucho en todo este aspecto del amor y la salud: Usted puede sanar su vida de Louise Hay.
EMPRENDER TU VIDA
¿Cuál es la posible solución a todo ello? ¡Emprender! Pero emprender como estilo de vida, no como solución a una mala situación laboral.
Emprender entendido como un todo. Visto desde el punto de vista de la responsabilidad y de coger las riendas de tu vida, olvidándote de dejar ningún aspecto de tu vida en manos de terceros como hasta ahora nos han enseñado.
Sin duda, si quieres una vida a tu medida tendrás que crearla tú. Pero esto no es algo que se haga de la noche a la mañana ni a lo loco. Has de hacerlo con cabeza y crear tu estrategia.
Muchas veces no puedes dejar tu trabajo y emprender porque ese trabajo te da de comer y paga tus facturas y hacerlo así de la noche a la mañana sería más locura que seguir como hasta ahora. Tienes que crear un plan B que te sirva de paracaídas.
Vamos a ver cómo despedir a tu jefe en unos cuantos meses y vivir de verdad la vida con la que tú sueñas.
#1. Decide qué es lo que quieres
¿Obvio verdad? Pues sin embargo, muchas veces la mayoría de las personas no consiguen lo que quieren porque no saben lo que quieren, así que sin duda lo primero de todo es decidir qué es lo que quieres.
Para que haya una consonancia entre tus valores, tu talento, tu pasión… necesitas descubrir tu vocación y ponerla al servicio de los demás.
No consiste en tomar decisiones a la ligera. Si hasta ahora no has llevado una vida centrada en tu vocación, seguir sin hacerlo probando cualquier otra cosa no es la solución. Es como edificar la casa con cimientos de paja, acabará mal.
La única manera de que tu vida tenga sentido y haya un equilibrio entre ese ser-hacer-tener es dedicarte a aquello que realmente es tu misión y ponerla al servicio a los demás.
Por supuesto, puedes tener muy clara tu misión y al mismo tiempo que estás en ello ir mejorando o reorientando tu camino como lo necesites con el fin de mejorar.
#2. Fórmate
Estamos en un nuevo paradigma laboral que no prioriza los títulos como ha sido hasta ahora en la era industrial, pero si prevalece el talento y la mejora continua. ¡Es fundamental!
4 aspectos a tener en cuenta:
Sitia tu cerebro: Puede que ya seas un experto en lo que es tu vocación y en caso de que sea así ya tendrás recorrida una parte del camino. En caso de que no, no te preocupes, eso no debe ser un impedimento para no avanzar sino que tan solo el camino será un poco más largo.
Atraemos a nuestra vida aquello en lo que nos centramos, por lo que la mejor manera de aprender algo es que hagas que tu cerebro piense en ello al máximo. Bombardea en todo momento a tu cerebro con esa información.
Rodéate de los mejores: Si quieres tener éxito en tu vida, rodéate de personas de éxito.
El refranero español lo dice de esa manera tan conocida de dime con quién andas y te diré quién eres aunque personalmente me gusta mucho lo que Jim Rohn dice de que somos la mezcla de las cinco personas con las que más nos relacionamos.
¡Cuida tus relaciones!
Formación continua: Obviamente, algo que aprendemos hoy puede ser diferente en muy poco tiempo, y más en este entorno tan cambiante. Es fundamental que estés en continuo aprendizaje.
Lee todos los días: Sin desarrollo personal no hay desarrollo profesional, así que invierte al máximo en ti y en tu formación, pero no solo en relación a la temática que te incumba como te comentaba anteriormente sino en tu desarrollo personal.
Como también decía Jim Rohn: Las personas de éxito tienen grandes bibliotecas; el resto grandes televisores.
#3. Crea tu plataforma de visibilidad
De nada sirve ser un genio si estás escondido en una cueva. Es preciso que tu talento tenga visibilidad para poder ponerlo al servicio de los demás. ¿Qué sentido tiene ser un experto o tener un talento maravilloso y quedárselo para uno mismo?
Sin duda a día de hoy todo profesional ha de tener un blog. Es tu casa digital y donde puedes mostrar tu talento.
Estamos en un momento histórico puesto que en ese sentido jamás hubo tanta facilidad (técnica ni económica) para poder mostrarnos al mundo y ponernos en contacto con cualquier persona, se encuentre donde se encuentre localizada.
Por unos 7-8 euros al mes puedes crear tu propio blog profesional en unos días y con unos medios técnicos que todos tenemos a nuestro alcance.
Tener ese blog profesional en el que compartes tu experiencia y conocimiento y muestras tu pericia, hará que te conviertas en un referente. Te relacionarás con profesionales de tu mismo ámbito (e incluso otros) que sean también referencias y generará en ti una autoridad.
Por supuesto, todo esto conlleva un camino largo y arduo. Nada que realmente merezca la pena se construye en dos días ni sin esfuerzo, por eso que construyas tu vida profesional sobre tu talento es fundamental, si no a las primeras dificultades abandonarás.
Nadie es capaz de ser bueno, ser feliz y aguantar las dificultades durante años en algo que realmente no le gusta.
#4. Monetiza tu talento
Para poder llegar al punto de vivir de tu talento es fundamental que los ingresos lleguen, ya que será la única manera de despedir definitivamente a tu jefe. No creo que quieras emprender y no ganar dinero, ¿no? ;-)
Tu blog puede ser únicamente tu plataforma de visibilidad de tu talento y prestar servicios fuera de él, pero si tu intención es llegar a ganar dinero a través del blog y que no solo sea una plataforma de visibilidad, te dejo la mejor guía para ganar dinero con un blog de Antonio G.
#5. Despide a tu jefe
Y ahora sí, es el momento de dar el paso y abandonar el que hasta ahora ha sido tu plan A y vivir tu plan B al máximo.
Ya te dedicas a lo que realmente te apasiona y en lo que tienes talento, consigues dinero como para poder dar el paso sin lanzarte al vacío… ¡No hay motivos para no ir a por ello!
Vete a tu trabajo con la mejor de tus sonrisas, mírale a la cara a tu jefe, dale las gracias por la oportunidad y dile que le despides, que ha llegado el momento de hacer realidad tus sueños y no los suyos.
¿Te atreves?
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