Doom frente a los desafíos de la industria del videojuego en 2025

La legendaria saga de disparos se reinventa para captar nuevas audiencias en un mercado cada vez más competitivo Desde su debut en 1993, Doom se ha consolidado como una de las franquicias más influyentes del mundo gamer. Su fórmula de acción frenética, enemigos infernales y un protagonista imparable —el Doom Slayer— la han convertido en un clásico del género FPS (first-person shooter). Sin embargo, en 2025, ni siquiera esta leyenda del videojuego puede ignorar los desafíos que enfrenta la industria.

Con la llegada de Doom: The Dark Ages, sus desarrolladores se enfrentan al reto de mantener la relevancia de la saga en un entorno saturado por juegos gratuitos (como Fortnite y Roblox) y franquicias anuales como Call of Duty. Según Marty Stratton, productor ejecutivo de Bethesda, el atractivo de Doom reside en su naturaleza compacta y directa: "No tiene que convertirse en tu obsesión durante dos años. Puedes disfrutarlo en menos de 20 horas".

¿Cómo atraer a nuevos jugadores? El nuevo título de la saga se ambienta en un universo de "ciencia ficción medieval", una propuesta que ha despertado el interés de nuevos jugadores. Hugo Martin, director del juego, afirma que muchos comentarios en redes indican que será el primer Doom para una nueva generación de usuarios. “Eso nos emociona mucho”, comenta.

Además, Doom: The Dark Ages incorpora opciones de personalización y ajustes de dificultad, elementos que se han vuelto clave para atraer a audiencias más amplias. La accesibilidad y la adaptabilidad del juego buscan convertirlo en una experiencia más inclusiva para quienes no están familiarizados con la franquicia.

¿Vale la pena pagar por un juego premium? El precio de lanzamiento de The Dark Ages es de £69.99 en su edición estándar y casi £100 en su versión premium, lo que ha reavivado el debate sobre los precios de los videojuegos. Mientras que muchos títulos gratuitos dependen de microtransacciones para generar ingresos, Marty Stratton defiende el modelo tradicional: “Con Doom, sabes exactamente lo que pagas. No hay sorpresas dos horas después”.

De hecho, un estudio reciente del banco británico TSB reveló que los jugadores más comprometidos gastan en promedio £22 mensuales en compras dentro de juegos F2P. Aunque esta cifra sigue por debajo del costo de un juego premium, los creadores de Doom confían en que la calidad del producto justifica su precio. “Si haces un buen juego, la gente querrá volver a jugarlo”, asegura Martin.

¿Y el futuro del modelo premium? Rhys Elliot, analista de Alinea Analytics, advierte que la industria seguirá experimentando con los precios y las estrategias de monetización. El auge de servicios como Game Pass y PlayStation Plus también plantea dudas sobre la disposición del público a pagar precios completos por un título nuevo.

Aun así, Doom está disponible en Game Pass desde el día uno, con la opción de pagar un suplemento para jugar antes del lanzamiento oficial y recibir contenido exclusivo, una fórmula que busca satisfacer tanto a los fanáticos acérrimos como a los jugadores ocasionales.

Conclusión En un mundo donde los juegos gratuitos y los servicios por suscripción dominan el tiempo y el dinero de los jugadores, Doom: The Dark Ages busca abrirse paso con una propuesta sólida, visualmente impactante y diseñada para brindar una experiencia intensa pero accesible. El mercado será quien decida si la apuesta vale la pena. Pero, como bien dice Hugo Martin, “todavía hay espacio para un buen juego premium, pulido, divertido y para un solo jugador”.

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