El modelo de la web actual y de muchas aplicaciones que se conectan a internet, parten del modelo cliente servidor, en el que el cliente es el usuario y el servidor está en manos de las compañías. Un servidor en general no suele trabajar solo, aunque esto depende de la magnitud de lo que alberga y procesa; aplicaciones gigantes como Facebook o YouTube suelen consistir en un conjunto numeroso de servidores que, en general son escalables para permitir el crecimiento exponencial de la infraestructura en función del éxito que vayan teniendo.
Modelo Cliente Servidor
La variedad y el número de servicios tanto en servidores Linux como en cualquier otro que sea cerrado, es dependiente de la evolución que vaya teniendo este sector de la informática y se prevé que sea sustancial por el gran interés que se ha desarrollado sobre la web, que ahora se le considera como web 3.0 y muy cerca de su próxima evolución. La ventaja de Linux implementado en servidores, es que al ser código abierto, puede adaptarse rápidamente a las necesidades que se vayan presentando, mientras que los servidores de sistema cerrado, pese a ser muy integrales, su evolución es lenta por depender de la compañía que lo desarrolla.
El modelo de cliente servidor al que muchos servidores Linux pertenecen se ha mantenido hasta ahora, reforzado por el nuevo concepto del internet de contenidos, en donde la nube parece llegar para sustituir por completo la necesidad de almacenamiento local, haciendo que los clientes consistan en menor cantidad de recursos y que los servidores en cambio tengan la capacidad de guardarlo y hacerlo todo. Es cierto que esto requiere, entre muchas otras cosas, gran capacidad de almacenamiento y de procesado, y más aún cuando se trata de redes en constante crecimiento; la clave en este sentido es la escalabilidad.
La escalabilidad un concepto importante
Además de permitir el crecimiento escalado de los servidores, este modelo también permite una mayor robustez desde el punto de vista de las fallas informáticas; al ser modulares, si uno de los elementos llegara a fallar, el restante tomará cargo de su carga de trabajo, por lo que la disponibilidad entera de todo el sistema del servidor no se vería afectada, aunque la única consecuencia sería la de la indisponibilidad de la información que estaba alojada en el módulo que falló. Muchas compañías sustentan esto guardando toda la información de todos los módulos de manera redundante, para que siempre haya una alternativa en caso de falla.
Esta escalabilidad es fácilmente programable partiendo de módulos de pequeños servidores Linux, que pueden inclusive tener una versión de Linux especialmente diseñada para que la escalabilidad de la que tanto se ha mencionado, se dé sin mayores inconvenientes. Otra forma de escalabilidad es una que se da de manera emulada, es decir, se construye un súper servidor a partir de ordenadores que funcionan a modo de componentes que ejecutan un único sistema. Este sistema emula tanta cantidad de servidores como le sea posible de manera lógica, algo muy útil en modelos de negocio como los del alojamiento web.
Puedes ajustar las características en cualquier momento
Una de las ventajas más importantes de los servidores Linux, sea en modelo escalado o de modelo de servidores virtuales es la seguridad; Linux es uno de los sistemas operativos más seguros actualmente, pues está basado en un sistema real de múltiples usuarios con directivas de ejecución de elementos muy bien controlados que impiden que se usen recursos sin previa autorización. Linux impide que cualquier cuenta de usuario pueda acceder a información que no le pertenece, algo vital para evitar, por ejemplo, cyber ataques que intenten robar información; la integridad de los datos siempre estará garantizada en este sentido.
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