Según la OMS, los niños menores de cinco años deben reducir el tiempo frente a las pantallas, dormir más horas y pasar más tiempo jugando de manera activa si quieren crecer sanos.
En el estudio se afirma que cuanto más joven es el niño, más graves son las consecuencias. De hecho, los bebés de menos de un año no deben pasar nada de tiempo frente a las pantallas de dispositivos electrónicos de manera sedentaria, como sentarse a mirar la televisión o juegos con el móvil. Para niños de tres a cuatro años, el tiempo de pantalla sedentario debe limitarse en menos de una hora al día.
"La infancia temprana es un período de rápido desarrollo y un momento en que los patrones de estilo de vida en la familia deben adaptarse para mejorar los beneficios de la salud del conjunto de la familia", dijo el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. Y con el 80% de los adolescentes sin estar suficientemente activos físicamente en todo el mundo, los efectos a largo plazo de no corregir esto podría provocar graves consecuencias.
Por el contrario, si se establecen desde el nacimiento, los hábitos saludables de menos tiempo en pantalla y más movimiento físico y más horas de sueño, continuarán con casi toda seguridad de esta manera durante la adolescencia y hasta la edad adulta. Estos patrones fortalecerán no solo la salud física, sino también la mental.
CÓMO PONERLO EN PRÁCTICA
Ok, entiendes las nuevas pautas y tienen sentido. ¿Pero cómo lo puedes aplicar al día a día? El secreto es buscar una forma fácil de aplicar estos consejos sin que esto suponga un sobreesfuerzo para la familia.
Intenta establecer tiempo de juego activo en la rutina de tus hijos. En lugar de pasatiempos sedentarios como ver una película, jugar a videojuegos o jugar con el móvil, acostumbra a tus hijos a juegos más activos como leer, contar historias, cantar o hacer puzles. Estas formas de juego interactivo son cruciales para el desarrollo infantil según las pautas de la OMS.
Y cuando llegue el momento en que tus hijos puedan pasar algo de tiempo frente a las pantallas, protege sus ojos de los efectos nocivos de la luz azul con unas gafas anti-luz azul para niños. Esto no solo ayudará a prevenir el síndrome visual informático, sino que además se reducirán notablemente los efectos supresores de la melatonina que posee la luz azul y que provoca trastornos del sueño, especialmente a los niños.
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