Para llenar el tiempo libre durante los meses de invierno, el fotógrafo Jonathan Andrew decidió llevar a la práctica una idea que tuvo años atrás: fotografiar viejos bunkers de la II Guerra Mundial. A las afueras de Amsterdam, donde vive, existen varias de estas construcciones, lo cual le facilitó el inicio de su trabajo. Con el tiempo, y conforme su proyecto fotográfico iba recibiendo más atención por parte de prensa y particulares, se preocupó por viajar por toda Europa en la busca de nuevos bunkers que captar, dotando de mayor y mejor contenido para su serie.
Quizá, incluso más interesante que el protagonista de sus fotos, sea el modo en que realiza las capturas: empleando una exposición de entre 6 y 14 minutos con la ayuda de un flash broncolor, el cual dispara de media 60 veces por escena con el fin de iluminarla adecuadamente.
A continuación te mostramos algunas de sus fotos, así como una entrevista al autor:
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