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Las apps para dispositivos móviles han sido una revolución en la forma cómo gestionamos los programas que usamos. Sin duda se trata de un estándar que se ha impuesto en iOS, Android y Windows Phone.
Sin embargo, HTML5 continúa avanzando y son varias las aplicaciones que se incrustan directamente en el navegador, y lo hacen con tanta soltura, que cuesta diferenciarlas de las nativas. Pero,
¿cuáles son las diferencias entre una app nativa y una basada en HTML5?
HTML5, madurando lentamente
Dicho de forma muy simplificada, una aplicación en HTML5 es una web diseñada para parecer una aplicación. Esto significa que, a priori, no hay nada que optimizar para cada dispositivo, sus diferentes especificaciones y sistemas operativos. La misma app puede abrirse en iOS, Android, Windows Phone e incluso desde el navegador de un ordenador de sobremesa.
Menos trabajo para los desarrolladores (hay menos que aprender y que personaliizar para cada dispositivo) y también menos complicaciones para los usuarios, ya que todo se sincronizaría en la nube y no tendríamos que almacenar datos (con el consecuente riesgo de perderlos) o actualizar las propias apps.
Todo esto es en teoría, porque en la práctica es un poco más complicado. Uno de los grandes proyectos de Facebook era unificar su aplicación web sobre HTML5; hoy, esta actualización está considerada uno de los mayores errores estratégicos cometidos en su corta vida como empresa. Existen casos de éxito en el ámbito del HTML5, pero, hoy en día, las aplicaciones nativas son mayoría. ¿Por qué?
Desaparecerán las Apps en el futuro?
Las aplicaciones móviles específicamente diseñadas para cualquier sistema operativo en concreto, hoy por hoy, funcionan, por lo general, de forma más rápida y estable que las versiones HTML. Hay notables excepciones (Google Maps no lo hace nada mal), no obstante, es un hecho que, la existencia de unas APIs concretas para desarrolladores permite optimizar mejor cada programa. Esto también incluye la posibilidad de utilizar la cámara, GPS, NFC y otros añadidos que llevan la mayoría de los smartphones actuales. Las nuevas aplicaciones requieren utilizar más elementos del hardware del dispositivo y un desarrollo nativo permite sacar todo el partido a los componentes del equipo.
La falta de madurez de HTML5 como un estándar web (ahora mismo se suele combinar con otras tecnologías) ayuda a que las apps dominen todo el panorama móvil, pero es de esperar que con el tiempo las web apps evolucionen hasta ser una seria competencia con muchas ventajas a tener en cuenta.
¿Veremos desaparecer las aplicaciones nativas? Queda todavía mucho camino por recorrer, pero igual que tendemos a utilizar programas de escritorio en la nube como Gmail, Office360 o Dropbox, existe la posibilidad de que móviles y tablets se inunden pronto con contenidos desarrollados en HTML5.
Fuente: Mobile World Capital