Lo único que puedo decirle a todos los que están entusiasmados con las impresoras 3D es que esperen porque este producto tendrá mucha demanda y los precios eventualemente bajarán, como ha sucedido con los televisores. ¿A quién no le ha pasado que compra un televisor y al año cuesta la mitad del precio porque está casi obsoleto? Vaticino que lo mismo pasará con las impresoras 3D.
No hay que dejarse llevar por emociones.
Que estén bien.