Es indiscutible, que tanto el carácter lúdico como zen de este juego, han contribuido notablemente a su crecimiento. Las reglas resultan bastante sencillas. Los jugadores poseen un patrón formado por docenas de cuadros al azar. Cada pieza contiene una imagen diferente sobre ella misma, adquiriendo mayores niveles de dificultad en el juego, conforme progresamos en él. El fin pues, consiste en eliminar todas las fichas posibles del tablero haciendo coincidir los pares.
Sin embargo, únicamente podemos seleccionar una casilla que forme parte de una pareja, en caso de que no tener cuadros por encima de ella (muchos patrones utilizan una especie de pirámide de forma), ni ninguno de sus cuadros de la izquierda o de la derecha. En principio, todo esto resulta fácil, no obstante, a medida que avanzamos, los patrones comienzan a ser más complicados.
Mahjong Trails no se basa simplemente en las reglas del juego clásico mencionadas anteriormente. En lugar de conceder a los jugadores la posibilidad de seleccionar sus propios patrones y diseños de nivel, éste nos permite desplazarnos, comenzando en el extremo sur de América del Sur, hasta llegar a Asia oriental. Es por ello que cada nivel nos aporta nueva música, estilo y fondos.
Conforme los jugadores ganan y aumentan de nivel, también adquieren experiencia, por lo que se premia al usuario con monedas Trail. Con esta moneda virtual, los jugadores pueden comprar aparentemente elementos estéticos, tales como fondos nuevos y diferentes símbolos de las fichas en el juego. De hecho, como objetivo secundario del juego (secundario a la realidad de terminar un rompecabezas) encontramos la competición con los amigos a fin de obtener puntuaciones altas.
Uno de los medios más importantes para aumentar la puntuación es el tiempo. Cada rompecabezas en el juego tiene un límite de tiempo en el que se debe terminar, mientras más rápido se complete, más puntos se obtienen. Como tal, muchos de los cuadros que los jugadores pueden comprar y que a continuación encontrarán en el juego, son intencionalmente diseñados para resultar visibles y con un alto contraste (como lo son muchos de los fondos). Además, los jugadores pueden comprar dos power-ups que pueden tanto reorganizar el patrón como suprimir un solo cuadro, con el fin de que el jugador quede atrapado.
Tal vez el detalle más importante, está constituido por la compra de billetes para avanzar a nuevos niveles (nuevos continentes); cada billete, por tanto, requiere mayor dinero conforme avancemos en el juego. Para mitigar esto, el juego propone adquirir mayor número de amigos que utilicen Mahjong Trails. Por ejemplo, con el fin de viajar a América del Norte, uno necesita tener tres amigos jugando entre sí.
Nuestro único descontento con el juego, consiste en su repetitividad, ya que se ha creado una y otra vez, por lo que el núcleo de Mahjong Trails resulta poco original. Sin embargo, nuevos puzzles, un puñado de novedades en la mecánica, nuevos efectos visuales, así como nueva música (sin duda uno de los aspectos más importantes de Mahjong Trails), conseguirían aportarle la frescura que necesita.
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