Considerado como uno de los grandes nombres de la fotografía del siglo XX, Lartigue captó en sus imágenes la forma de vivir de una sociedad "que vivía fascinada por los avances tecnológicos y disfrutaba de la vida, al margen de la realidad", comentó durante la presentación Ignasi Miró, director del área cultural de la Fundación la Caixa.
El autor francés fotografió de manera compulsiva la vida que le rodeaba y sus imágenes están llenas de sensibilidad, espontaneidad y alegría de vivir. "Lartigue encontró en la fotografía el medio ideal para captar un tiempo y mostrar esa felicidad que persiguió toda su vida".
Lartigue murió con 92 años, después de dos guerras y de haber vivido muchos acontecimientos trágicos "pero esa no era su preocupación", comentó Martine D'Astier de la Vigerie, directora de la Donation Jacques Henri Lartigue y comisaria de la exposición junto a Florian Rodari.
"Quería demostrar hasta qué punto él era feliz y para ello utilizó la fotografía, que le acompañó desde niño y que usó como una parte más de su cuerpo. Tenía ansiedad por registrar lo real, pero las cosas tristes no merecían ser retenidas".
Las imágenes exhibidas, que forman parte del legado de Lartigue compuesto por alrededor de 200.000 fotografías, dan una lectura de la obra del artista francés "pero puede haber otras muchas lecturas de su obra. La que se muestra aquí me gusta mucho porque es muy poética", según la comisaria.
La selección de imágenes se ha realizado entre las más conocidas "aunque he descubierto algunas que nunca se habían expuesto", comentó Florian Rodari.
"Mi selección ha ido dirigida a tratar de entender qué es lo que hace bella una fotografía de Lartigue. Estas fotos tienen su propia calidad, son inolvidables y yo quería entender por qué resulta tan moderno y hoy en día se puede seguir disfrutando de sus imágenes".
Hombre de gran sensibilidad, la fotografía le permitía preservar el recuerdo de lo que no va a durar. La felicidad es algo que desaparece muy rápido y con la fotografía retenía esos momentos felices.
"Pero la felicidad que busca Lartigue es una inquietud y una angustia por el tiempo que pasa. Esa angustia hace que su mirada tenga tanta calidad", afirmó el comisario para quien en la obra del fotógrafo francés se pueden percibir todos los movimientos artísticos del siglo XX "sin que estén plasmados de manera expresa".
Lartigue es para Florian Rodari "un reportero de la felicidad y un biógrafo de lo moderno".
Los seis ámbitos que forman la exposición van marcando el paso del tiempo desde su infancia, en la que le obsesionó recordar todo lo que experimentaba e hizo de la fotografía el instrumento de su memoria.
Las imágenes reunidas en "Una mirada moderna" muestran a Lartigue como un mago del instante. Aunque parecen estáticas, sus fotografías reflejan la posible continuación del tiempo, la forma de huir de los límites y de las perspectivas ordinarias.
El siguiente ámbito trata de su intento por captar de realidad física de la velocidad, de traducir mediante la imagen la emoción que se siente ante la máquina. Patinadores, tenistas, esquiadores, son también protagonistas de este espacio.
Lartigue escribió que la vida es algo maravilloso que baila, salta, vuela, ríe y pasa. Para mostrar la ligereza del vuelo captó escenas de aviación junto a diferentes saltos o piruetas de los protagonistas de sus imágenes.
Especial es la manera en que fotografió a las mujeres jóvenes y hermosas que le rodeaban y que ocupan un capítulo importante de la muestra que finaliza con "En busca de lo desconocido", espacio que refleja su fascinación por el infinito y la naturaleza.
Fuente: La Vanguardia