Las consecuencias de un mal descanso

Todos tenemos noches malas en las que damos vueltas y vueltas en la cama sin poder dormir. Ya sea por tener un problema metido en la cabeza o por algún misterio inexplicable, las noches de insomnio nos han ocurrido a todos. Pero a veces esta falta de conciliación del sueño se puede volver un patrón en nuestro día a día o, mejor dicho, nuestra noche a noche. Una de cada tres personas sufre de falta de sueño, y a menudo se culpa al estrés, a los ordenadores y a llevarse el trabajo a casa. En un periodo en el que la línea entre nuestro lugar de descanso y nuestro trabajo es más difusa, no es sorprendente ver cómo la privación del sueño aumenta cada día más en nuestras sociedades.  

Efectos de un mal descanso

Los efectos más conocidos de la falta de sueño son la irritabilidad y la falta de productividad, pero la falta del sueño continuado tiene graves repercusiones para nuestra salud, tanto física como mental. Aquí te contamos algunos de los efectos que un mal descanso puede provocar:

Menor rendimiento físico


Todos hemos experimentado la desgana de moverse de la cama tras una noche despiertos, pero los efectos físicos van más allá. Todas las noches, se produce el proceso de regeneración de tejidos, tanto cerebral como físico. Si no descansamos, no hay oportunidad para una recuperación correcta, lo que puede llevar a problemas musculares a largo plazo.

Capacidad cognitiva limitada


Los efectos de la falta de sueño dañan la capacidad de atención. Asimismo, afectan la recuperación de la memoria y el aprendizaje. Nuestro cerebro es una máquina en constante funcionamiento, pero necesita reducir los niveles de actividad y regenerarse a si mismo. La falta de sueño impide este proceso crucial, por lo que nuestras capacidades cognitivas disminuyen a largo plazo.

Enfermedades del corazón


La falta de sueño prolongada parece estar asociada a un aumento de la frecuencia cardíaca, a un incremento de la presión arterial y a unos niveles más altos de ciertas sustancias químicas relacionadas con la inflamación, lo que puede suponer un esfuerzo adicional para el corazón.

Mala alimentación


Un estudio del Royal Society for Public Health (RSPH) vincula la falta de sueño con los malos hábitos de la dieta y un consecuente aumento de peso. Así mismo, según un estudio de 2015 realizado por un grupo de investigadores de Qatar, dormir poco hace que aumente el apetito y la resistencia a la insulina. 

Los estudios han sugerido que las personas que suelen dormir menos de 5 horas por noche tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes. Al parecer, la falta de sueño profundo puede conducir a la diabetes de tipo 2 al cambiar la forma en que el cuerpo procesa la glucosa, que el organismo utiliza como energía.

Problemas de salud mental


Dado que una sola noche de insomnio puede hacer que te sientas irritable y de mal humor al día siguiente, no es de extrañar que el déficit crónico de sueño pueda conducir a trastornos del estado de ánimo a largo plazo, como la depresión y la ansiedad. El RSPH encuestó a un grupo de pacientes con problemas relacionados con la depresión y la ansiedad. El estudio descubrió que la mayoría de los participantes que sufría de estas enfermedades dormía menos de 6 horas al día.  

Pero ¿cuántas horas de sueño necesitamos? La mayoría de nosotros necesitamos unas 8 horas de sueño de calidad para funcionar correctamente, pero algunos necesitan más y otros menos. Lo importante es que averigües cuánto necesitas dormir y que intentes conseguirlo. Parece obvio, pero si por regla general, si te levantas cansado y te pasas el día deseando poder echarte una siesta, es probable que no estés durmiendo lo suficiente.

Según el NHS (National Health System) de Reino Unido hay una forma muy sencilla de romper estos patrones de mal descanso y la solución te va a encantar: ¡dormir más!

Si no duermes lo suficiente, sólo hay una forma de compensarlo: dormir más. No ocurrirá sólo con dormir más una noche. Si has tenido meses de sueño restringido, habrás acumulado una importante deuda de sueño, así que espera que la recuperación te lleve varias semanas. A partir del fin de semana, intenta añadir una o dos horas más de sueño por noche. Para ello, acuéstate cuando estés cansado y deja que tu cuerpo te despierte por la mañana (¡no se permiten despertadores!). Al principio, intenta dormir más de 10 horas por noche. Después de un tiempo, la cantidad de tiempo disminuirá gradualmente hasta un nivel normal. 

Si durante este proceso no consigues dormir bien o el sueño no es reparador, puede que los niveles de melatonina de tu cuerpo estén desequilibrados. Nosotros como expertos en Luz Azul, aconsejamos limitar el uso de exposición a las pantallas y proteger la vista durante el tiempo que se utilicen, con nuestras Gafas Anti luz azul, o mejor aún, con las Biohackers Sleep Glasses, ayudando a que  la liberación de la melatonina se realice de forma natural y ayudando a equilibrar nuestros ciclos circadianos.

 

 

 

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