Hacía casi como las modelos, que van cambiando la pose a medida van escuchando el disparo de la cámara, jaja.
Sus padres tampoco es que tuvieran mucha práctica en esto de hacerse fotografías. Pero desde el principio iban mentalizados y se implicaron mucho en la sesión. A medida íbamos avanzando, les iba enseñando fotos y fueron viendo cómo iba quedando.
Me gustó saber que tenían conocimientos de fotografía. Entendían que las sesiones de fotos hay que trabajarlas y hay que tener paciencia. Las localizaciones, la luz, las miradas, los gestos, todo cuenta y cuanto más material tengamos para elegir, mejor será el resultado final.
Así que además de sacar unas buenas fotos familiares, todos nos lo pasamos muy bien.