Ahora que la vacunación contra el COVID-19 ha empezado, finalmente podemos empezar a vislumbrar el fin de esta desagradable situación. Sin embargo, no es momento de bajar la guardia, razón por la cual todavía se conducen estudios al respecto. Uno de estos estudios sugiere una posibilidad muy interesante ¿Pueden los relojes inteligentes ayudar a detectar síntomas de COVID-19? Pues el estudio llevado a cabo por el diario JAMA Network Open así lo estipula.
Entrando en detalles, el estudio sugiere que el arreglo de sensores y monitores fisiológicos a bordo de relojes inteligentes del calibre del Apple Watch Series se pueden utilizar para detectar síntomas a largo plazo de COVID-19. Estaríamos hablando específicamente de cambios conductuales y cardiovasculares que surgen después de que desaparecen los síntomas agudos de la infección.
De hecho, esto no es un descubrimiento nuevo; en 2020 un estudio conducido por el Instituto Traslacional de Investigación Scripps en California llegó a la conclusión de que combinar los resultados del Apple Watch o relojes Fitbit con síntomas reportados por el paciente, condujo a una detección más precisa de los casos de COVID-19.
Los smartwatches pueden ayudar en la investigación de los efectos a largo plazo del COVID-19
La premisa del nuevo estudio es usar lo aprendido para enfocarse en los efectos duraderos del COVID-19 en la salud. En este orden de ideas, con la ayuda de un médico, las lecturas de frecuencia cardíaca y los datos del acelerómetro de un buen smartwatch, se pueden identificar y tratar los síntomas asociados a las consecuencias del virus, como por ejemplo desordenes del sueño e insuficiencia respiratoria.De acuerdo con la investigación, el 14% de los pacientes siguen presentado un ritmo cardíaco elevado incluso después de que termina la infección; los valores no regresan a la normalidad sino después de 133 días. Asimismo, se aprecia un descenso en el ritmo cardíaco 9 días después de que aparecen los síntomas iniciales de la enfermedad. Esta elevación prolongada de la frecuencia cardíaca puede ser una señal de que el virus interrumpe el sistema nervioso autónomo; el cual regula los procesos fisiológicos básicos.
Con eso dicho, dispositivos tan abundantes como lo son los relojes inteligentes tiene el potencial de contribuir con futuras investigaciones sobre los efectos a largo plazo del coronavirus. Entre dichos efectos también se incluyen afecciones como fatiga, dolores de cabeza, depresión y dolor de pecho agudo.
Ahora que la pandemia empieza a disiparse es necesario enfocarse en lo que viene después, y eso es exactamente el objetivo de este estudio publicado por el diario JAMA Network Open.
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