Cada vez pasamos más tiempo delante de una pantalla: el ordenador y el móvil nos enganchan durante horas y horas, sin apenas darnos cuenta. Esto para una persona normal puede generar cierto cansancio en la vista, pero si tenemos problemas oculares, o somos más sensibles de lo normal, también podemos sufrir dolores de cabeza, y molestias en los propios ojos.
Ese es el caso, por ejemplo, de mi pareja. Hasta hace poco, lo solucionábamos utilizando unos antifaces de calor desechables japoneses que vienen muy bien para este tipo de dolencias y sobrecargas visuales, ya que relaja los músculos alrededor de los ojos.
Máscara ocular térmica de Graphene Times en análisis, un antifaz para relajar los músculos que funciona por USB y está hecho de grafeno
¿Os acordáis del grafeno? El grafeno es una estructura molecular de 2 dimensiones, plana, y con un átomo de grosor. Está formada por átomos de carbono y tiene forma de panal de abeja. Esta estructura otorga al grafeno multitud de propiedades. Una de ellas es que es un excelente conductor del calor, algo habitual en metales, pero muy poco común en otros materiales.
Con esto en mente, hoy os voy a contar mi experiencia con la máscara de ojos desarrollada por Graphene Times, la cual coge la idea de los antifaces de calor tradicionales y da un paso adelante en el mejor de los sentidos, añadiendo el uso del grafeno a la ecuación. Os explico.
Características
Antes de adentrarnos en la experiencia de uso y hablar de sus resultados, veamos las características y funciones de este antifaz térmico. Como podéis ver en las imágenes que acompañan a este post, se trata de un antifaz hecho con un material textil similar al neopreno, con una banda ajustable con velcro.
Dentro incorpora una película de grafeno que es el que se encarga de emitir el calor y cuenta con unas almohadillas alrededor de los ojos para que la tela no toque directamente la cavidad ocular.
Estas almohadillas son un punto clave, ya que los antifaces térmicos desechables no las incorporan, y tienen un cometido realmente importante: que el calor no toque directamente el ojo.
Como comentaba un poco más arriba, este antifaz de grafeno funciona por USB. Es decir, tenemos que conectarlo a una entrada USB para que empiece a emitir calor. Para ello podemos utilizar un cargador, un ordenador, una tablet o cualquier otro dispositivo electrónico similar, como una power bank, o un smartphone con alimentación por USB.
Se trata de un dispositivo de bajo voltaje (3.7V), frente a otras mascaras de calor similares que rondan los 220V, lo que evita crear radiaciones electromagnéticas cuando se calienta el film hecho de grafeno del interior.
Cuando se aumenta la temperatura del grafeno, esta emite una longitud de onda de infrarrojos lejano, muy similar a la que emite el propio cuerpo humano, de 6-14μm. De esta forma, se crea un efecto de resonancia en el tejido subcutáneo, dilatando los vasos capilares y favoreciendo la circulación de la sangre. Esto, a efectos prácticos, ayuda a eliminar las ojeras y suavizar las arrugas. Pero vayamos al grano, ¿funciona?
Experiencia de uso
Aquí debo admitir que hemos encontrado una verdadera joyita. La respuesta rápida es: SÍ, funciona. De hecho, entrega unos resultados mejores que las mencionadas mascarillas desechables que habíamos probado anteriormente. ¿Por qué es mejor?
Básicamente, por 3 cuestiones que marcan la diferencia:
Cuenta con un controlador de temperatura: Al ponerlo en marcha, podemos elegir entre 3 niveles regulables: 38 °C, 40 °C o la más potente de 45 °C.
La almohadilla alrededor de los ojos, que evita que el calor infiera directamente en los globos oculares.
Durabilidad: Podemos utilizarlo todas las veces que nos dé la gana. Ponerlo en marcha y apagarlo cuando queramos. Además, el grafeno es un material de gran durabilidad, lo que ayuda a aumentar la vida útil del dispositivo.
Personalmente hemos estado utilizando la mascarilla en sesiones de 15 minutos, aunque el fabricante recomienda sesiones de no más de 45 minutos. El aparto, por otro lado, está programado para apagarse automáticamente después de una hora de encendido, por si nos quedamos dormidos durante la sesión de terapia de calor.
La máscara se amolda perfectamente a la cara, es muy cómoda y la sensación de calor resulta agradable, especialmente si tenemos los ojos muy cargados o tenemos costumbre de fruncir el ceño habitualmente.
Lo mejor a la hora de utilizar los 3 niveles de temperatura es empezar por la más baja, e ir aumentando hasta encontrarnos cómodos. El máximo de 45 grados no es que sea demasiado caliente, pero sí que recomendaría ir poco a poco para evitar sorpresas.
En general, la sensación que nos queda después de utilizar este antifaz térmico es, sobre todo, de relajación. En el caso de mi novia, que tiene mucha más sensibilidad y sufre de tensión ocular, el resultado es de alivio total. En sus propias palabras, lo que más le ha gustado ha sido la almohadilla, que ayuda a que el calor se transmita mejor: solo alrededor, y no dentro del propio ojo.
Precio y disponibilidad
La verdad es que para el trabajo que hace no podemos decir que sea un dispositivo caro. Actualmente podemos conseguirlo en Amazon por un precio que ronda los 30 euros (29.99€ concretamente, a la hora de escribir este post), una cifra que podemos catalogar como más que correcta y que se ajusta a una buena relación calidad-precio.
En resumidas cuentas, si trabajamos con un ordenador o pasamos mucho tiempo delante del móvil este es un instrumento que nos aportará un notable bienestar. Especialmente recomendable si ya hemos probado productos similares y queremos hacer un pequeño “upgrade” con esta máscara de grafeno.
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Fuente: este post proviene de El Androide Feliz, donde puedes consultar el contenido original.
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