Hace un par de semanas me encontré con el primer tomo recopilatorio de Paper Girls. La verdad es que no se suelen ven muchas grapas de comics que no sean superhéroes de Marvel y DC, y esta Paper Girls es de las pocas privilegiadas que además de en tomo, también se publica en formato grapa en España de la mano de Planeta Comic. Así que algo especial tendrá, ¿no?
Tampoco es que los editores se hayan vuelto majaras: estamos ante una obra de gran calado. Desde su lanzamiento en octubre de 2015, Paper Girls ha cosechado algunos de los premios más importantes del mundo del comic, como 2 premios Eisner en 2016 (“Mejor serie nueva” y “Mejores lápices/tinta”), además de una nominación al Premio Hugo a la mejor historia gráfica en 2017. El colorista Matt Wilson también ganó un premio Eisner a mejor colorista en 2017, en parte, por su colaboración en la serie. No hay muchos tebeos con semejante curriculum en las estanterías, ciertamente.
Paper Girls es lo que pasa cuando coges a 2 autores con talento como Brian K. Vaughan (Saga, Y el último hombre) y Cliff Chiang (Wonder Woman) y los pones a trabajar juntos. O mejor dicho, les dejas trabajar juntos. Image se está llevando todo el talento del mainstream americano, principalmente gracias a que les permiten mantener los derechos sobre sus creaciones, libres de ataduras creativas. Y eso es algo que hay que agradecer, porque luego ves los primeros trabajos de Vaughan en comics como los Ultimate X-Men y a todos nos da bastante penita. ¿De verdad que es el mismo escritor de la estupenda Saga?
Pero centrándonos en el título que nos ocupa hoy, Paper Girls, no cabe duda de que lo primero que nos viene a la cabeza es Stranger Things. Estamos ante un comic que explota el gustillo retro de los 80, con chavales –en este caso, chavalas- preadolescentes montando en bicicleta, Walkie Talkie en mano y una misteriosa aventura por delante, sazonada con algo terror y ciencia-ficción. Si, se parece bastante a Stranger Things.
Antes de que pongáis el grito en el cielo, dejadme que os diga que la serie de Netflix fue estrenada en julio de 2016. Es decir, un año más tarde que Paper Girls. ¿Coincidencia? ¿Taquiones? Por ahora parece que Vaughan no ha demandado a la productora de Stranger Things, así que nos lo tomaremos como una bonita serendipia y poco más.
Cuando cojo un comic de prestigio como este lo primero que le pido es que me entretenga. Si la historia va por buen camino ya me tiene ganado. En Paper Girls, Vaughan y Chiang nos narran la historia de 4 chicas de entre 12 y 14 años, en la mañana siguiente a Halloween de 1988, repartiendo periódicos en un idílico pueblucho de Cleveland. Antes de que se den cuenta la cosa se va de madre, con sucesos realmente extraños que desafían las leyes incluso del tiempo y el espacio.
Mención aparte merece el dibujo de Cliff Chiang y los colores de Matt Wilson. Ese estilo de dibujo, que sin llegar a ser cartoon resulta tremendamente expresivo, le va que ni pintado a la serie. Parece increíble como con tan pocos trazos, los lápices de Chiang son capaces de lograr tanta expresividad. Y el color de Wilson aporta ese aroma retrowave que hace que suene un sintetizador a tope de reverb cada vez que abrimos el comic.
Fuente: este post proviene de El Androide Feliz, donde puedes consultar el contenido original.
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