Tengo la suerte de vivir en un pueblo en el que hay infinidad de posibilidades para disfrutar de un bonito paseo, y si es en otoño, cuando las hojas de los árboles caen formando una alfombra de colores ocres que cubren el suelo, mejor.
Una mañana de un noviembre soleado del 2010, cogimos nuestras cámara analógicas para captar la esencia del otoño y descubrimos esta ruta que nos sorprendió.
Elegimos esta ruta porque podíamos ver la escala de colores de los cortados del río tan típicos de la zona.
En nuestro camino nos encontramos con el Puente Colgao. Nos quedamos allí, en silencio, admirando cada detalle de su deterioro por el paso del tiempo y abandono, esperando a que nos susurrara los acontecimientos de su historia. ¿Cuántas personas lo habrán cruzado? ¿Por qué? ¿Por trabajo? ¿Para llegar a casa? ¿O quizás por amor? Secretos que no nos revelará...
Espero poder reanudar pronto escapadas como ésta, en la que disfruto tanto del entorno.
Os detallo cámara y carrete utilizados:
Cámara: Yashica Electro 35
Película: Lomography Xchrome 100 35mm
¿Qué os ha parecido el paseo? Yo disfruté muchísimo, ya no solo de los colores sino que también de los aromas otoñales durante la ruta.
¡¡Feliz fin de semana!!