En principio se trataba de hacer unas fotografías de retrato a dos hermanitos. Uno de ellos un bebé de sólo unos meses, y el otro un niño de tres años. Las fotos serían en su casa, aprovechando la luz natural de la tarde que entraba por las ventanas.
Las del bebé se hicieron en la cama. Sin embargo, las del hermano más mayor y aprovechando que vivían al lado de un parque, decidimos en el último momento bajar y hacer las fotografías al aire libre.
Como es natural, lo último que le apetece a un niño cuando baja al parque es hacerse fotos. Con un poco de paciencia y jugando, pudimos hacer fotos bastante naturales. Queríamos obtener expresiones especiales, sonrisas, miradas de alegría.
Pongo unas cuantas fotos de esta sesión infantil realizada en un parque de Foios, un pueblo de Valencia.