Sorry not sorry, las disculpas que justifican la falta del cálculo de riesgos en el escenario empresarial

Sorry not sorry


La evolución en la creación y consolidación de empresas ha fomentado que existan metodologías ágiles que optimizan el tiempo y otros recursos, aumentando la productividad, por ende claro la generación de utilidades.

No obstante es precisamente ese objetivo, la generación de utilidades, lo que desvía la atención de lo que debiera ser uno de los factores más importantes, la protección de la privacidad y seguridad de los usuarios o consumidores.

En 1982, James Burke, CEO de Johnson & Johnson tomó la opción de retirar del mercado 32 millones de botellas de Tylenol, el equivalente a $250 millones de dólares actuales, cuando un criminal inyectó cianuro en frascos de Tylenol provocando el deceso de siete personas y el desplome de las ventas del producto.

Aún cuando el daño fue a nivel regional se retiró el producto a nivel mundial, la prioridad era clara: la protección del consumidor.

Si existe la probabilidad de que algo malo le suceda a una persona o grupo de personas, derivado del uso de tu producto o servicio, entonces éste debería ser retirado del mercado.

La filosofía actual

Así no es como suponía que debían ser las cosas, y me disculpo por cualquier daño originado por mi negligencia.

Mark Zuckerberg La frase anterior fue mencionada por Mark Zuckerberg en el año 2003 después de crear Facemash, un sitio estilo Hot or Not, una competencia para elegir entre dos personas quién te resulta más atractiva.

El hecho fue que en ese momento Zuckerberg utilizó fotografías sin el conocimiento, menos el consentimiento, de las personas involucradas.

Su disculpa pareció ser bien recibida, aunque fue solo el inicio de una serie de disculpas que de manera repetida lanza Mark a los usuarios, cada vez que Facebook realiza alguna acción que, a pesar de estar prohibida, siguió realizando.

Washington Post publicó una no tan breve línea del tiempo con las disculpas de Zukerberg, una de las últimas importantes ofrecida al Congreso de los Estados Unidos al haberse declarado incapaz de limitar la información de los usuarios en manos de la red social, que se ofreció a los desarrolladores.

Facebook ha tenido la oportunidad de decidir a quién proteger, a los inversores o a los usuarios, en repetidas ocasiones y sin dudarlo ha decidido proteger a los primeros.

La acción se ha vuelto una constante entre grandes empresas, Snapchat, Zoom e incluso Google, han introducido nuevos proyectos, productos o servicios sin anticipar los riesgos para los usuarios.

Si las cosas funcionan entonces excelente, si no lo hacen entonces una disculpa se espera que resuelva el problema.

En el 2020 Eric Yuan, CEO de Zoom, se disculpó por no haber actuado a tiempo cuando trolls de internet estaban irrumpiendo en reuniones alojadas por la plataforma, mostrando además contenido inadecuado.Un caso de éxito empresarial que no ha sido bien manejado.

¿Más vale pedir perdón?

Desinformación, brechas de seguridad, sesgos fomentados por la misma tecnología utilizada, teorías de conspiración, casos de abuso y en general la poca preocupación por las personas detrás de la utilidades son solo algunos de los problemas provocados por una incorrecta evaluación del riesgo por parte de las empresas.

La gestión del riesgo en las empresas no es una opción es una necesidad, pensar en mitigar y eliminar el daño debería ser una prioridad aunque por el momento no parece serlo para muchas empresas.

Fuente: este post proviene de Cristian Monroy, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: Negocios

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