Ya había alrededor de una veintena de surfistas esperando en el pico pero las olas no rompían. No llegaba a ser un plato, pero casi. Algunos se lanzaban pero enseguida lo dejaban para no tener que remontar mucho.
El sol ya llevaba subiendo casi media hora.
Caminando por la orilla de la playa iba haciendo fotografías. La afluencia de surfistas era contínua. No llegué a estar más de media hora, y al menos habrían llegado casi un centenar.