Seamos sinceras, todas empezamos un emprendimiento y le ponemos toda nuestra energía con un mismo fin: facturar, generar ganancias, plata, money y como te guste llamarlo.
Pero hay algo en común, que lo escucho muy seguido en mis asesorias y talleres, no se si es tu caso. Cuando llega el momento de cobrar, algunas se achican un poco e incluso bajan el tono de voz para decir su precio o precio se su producto. Es ese el momento que llega el miedo al no, al rechazo, a no cumplir con la expectativa de tus clientes y llegas a pensar que eres muy cara.
Si es tu caso, vamos por partes.
Tu negocio crece cuando generas ingresos, a no ser que tengas una organización sin fines de lucro, ahi ya es otro tema, otra historia, pero si estas aqui y sos emprendedora, tu quieres generar ingresos, para ti, para tu empresa, para tu familia, esa es la finalidad.
Lo haces con pasión, por supuesto, entregas todo lo que es necesario, pero también tienes la ilusión de vivir de tu pasión, cierto?
Existen algunos puntos que debes analizar y aclarar, para que ese momento que tu piensas que es incómodo, de cobrarle a tu cliente, se haga más natural, porque en definitiva, tu cliente sabe que algo va a tener que pagar.
Analiza:
1¿.Cuál es tu relación con el dinero?
¿Ya te pusiste a pensar detenidamente en eso?
Nunca lo hacemos, a pesar de quererlo en nuestra cuenta bancaria, no analizamos cómo nos llevamos con el.
¿Que es el dinero para ti?
¿Como lo tratas?
¿Le tienes miedo?
¿Lo guardas con todas tus fuerzas para que no se vaya?
¿Llega facil?
¿Es un problema o una solución?
Si tu relación con el dinero es sana, no deberias tener ningun problema a la hora de cobrar por tu trabajo, al contrario deberia ser la parte más motivadora de toda la historia.
Ahora si tu relación con el dinero es conflictiva, te va a costar mucho ponerle un precio justo a tus trabajos. Siempre tendrás adentro esa sensación de "estaré cobrando mucho" " y si bajo unas cifras pero aseguro la venta" "quizas no valga tanto"...
Eso pasa porque esa misma visión que tu tienes del mundo, que todo es caro, que nada vale lo que dice que vale, te cuesta gastar, etc.
Eso es lo que te puede bloquear a la hora de cobrar lo que corresponde, porque para eso te formaste y te sigues formando cada dia, porque tu tiempo es dinero, así de simple.
Empieza a pensar en el dinero como una solución y no un problema.
2. No bajes tus precios:
Siempre van a aparecer esos clientes que intentan tirar abajo tus servicios o la calidad de tus productos con tal de conseguir un descuento y además de hacerte sentir mal, porque por más segura que estés, es difícil lidiar con alguien que entra directamente a "pegarte con todo".
Pues no, mi querida, esos clientes afuera, bye, nos vemos...Ese cliente no te sirve y nunca te servirá, por eso ni te preocupes con ellos, que busquen su camino y tu mantente firme, de lo que cobras es porque vales.
3. No te dejes presionar:
Es muy difícil trabajar bajo presión, yo particularmente no puedo, me deja ansiosa y me olvido todo lo que se, se me nubla el cerebro!
Recuerda que tu sos dueña de tu tiempo y sobre todo de tu timing .
Si tienes un cliente que te apura ya sea un servicio o una entrega, deja claro que así no funciona, que todo tu trabajo tiene un proceso y si quiere que las cosas salgan bien, te tiene que dejar trabajar tranquila, y ahí llegan a un comun acuerdo, porque quizás si sea un trabajo urgente, pero debes hacer entender que tu trabajo tiene que salir perfecto y eso requiere un poco de paciencia.
Debes revisar todos eso puntos, para que puedas manejar mejor ese momento que parece tan incómodo, pero que en realidad es muy natural, el de cobrar.
Tu vales lo que vales y eso nadie puede tocar!
Fuente: este post proviene de mujeresconplanes, donde puedes consultar el contenido original.
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