Primero, porque cada usuario decide si quiere habilitar o no ese botón en su perfil. Y segundo, porque esos “no amigos” tuyos que se han suscrito a tus actualizaciones sólo pueden ver aquellas que tú marques como públicas. Es decir, lo que publicas bajo el candadito “Amigos” seguirá siendo visible sólo para tus amigos, no para tus suscriptores.
Para habilitarlo, hay que ir a https://www.facebook.com/about/suscribe, aunque cuando lo hagas tardará unos días en aparecer en tu perfil (por ahora). Una vez activado, puedes elegir si quieres recibir una notificación por cada nuevo suscriptor y si estos pueden comentar tus actualizaciones o no. Por supuesto, puedes deshabilitar el botón o editar su configuración en cualquier momento. En este sentido, Facebook otorga al usuario todo el control sobre lo que pueden ver y hacer sus suscriptores.
Esta nueva funcionalidad recuerda mucho a Twitter, donde la mayoría de las cuentas son públicas y la gente se sigue entre sí sin necesidad de conocerse, sólo porque le interesa la temática de sus tweets. Facebook, en cambio, estaba orientado a mantener a sus usuarios en contacto con gente ya conocida, de ahí que los contactos en esta red social se llamen “Amigos” y en la otra sean meros “Seguidos” y “Seguidores”.
Pero Facebook, que siempre quiere ser el mejor y no deja pasar ninguna oportunidad, no quiere quedarse en “red social para hablar con mis amigos”, sino que quiere ser la red social por excelencia. Para todo y para todos. Por eso está incorporando elementos más propios de Google+ y Twitter, como las recién estrenadas Smart Lists y este nuevo botón que nos ocupa.
Ahora bien, ¿tiene realmente sentido suscribirse a las actualizaciones de un usuario de Facebook? O más bien, ¿a qué gente le interesa habilitar dicho botón? Pues para empezar, a aquellos que le dan un uso 100% personal a su Facebook, no. Porque ningún desconocido debería estar interesado en tu vida personal (si lo están, preocúpate).
Aunque seguro que hay más de un usuario de este tipo con el ego un poco subido que decide habilitarlo pensando que en el mundo hay gente (desconocida) a quien le interesa ver sus autofotos mirándose en el espejo. Cuidado, mucho cuidado con esto. Sobre todo los/las menores, porque sí hay gente de ese tipo y este botón le facilitaría la vida a esos ‘voyeurs’, que podrían, gracias a esta suscripción, tener toda una base de datos de usuarios insensatos que comparten contenido sin pudor…
En el extremo contrario están aquellos que usan Facebook para promocionarse a sí mismos como profesionales o como marca, en cuyo caso es más que recomendable activar el botón suscriptor, pues así consiguen su objetivo: ganar notoriedad y alcance. Además, con un valor añadido (que por ejemplo, no tiene Twitter, pero sí Google+): si en un momento dado quieres publicar algo más personal, sólo tienes que escoger la opción “Amigos” para que todos esos suscriptores-no-amigos no lo vean.
Y, en un término medio, tenemos a aquellos usuarios que en principio utilizan Facebook de forma personal, pero pueden estar interesados en que ciertos mensajes tengan la mayor repercusión posible(por ejemplo la típica entrada, que por cierto se ve bastante en Facebook, de “este perrito necesita un dueño” o “se ha robado un Seat León”). Puedes habilitar el botón, publicarlo de forma pública y luego deshabilitarlo.
También hay que tener otra cosa en cuenta: si permites que desconocidos se suscriban a tu cuenta, tienes que tener más cuidado que nunca con la privacidad. Asegúrate muy bien de que todo lo personal es sólo visible para tus “Amigos”, algo que, menos mal, Facebook facilita con el nuevo control de privacidad (los simbolitos que hay junto a cada publicación).
Cuando te suscribes a algún perfil, puedes elegir si quieres ver todas sus actualizaciones o sólo algunas concretas(acontecimientos, fotos y vídeos, estados, juegos y “las más importantes” que no queda muy claro cuáles son o en qué se basa Facebook para determinar su importancia).
Pero se me ocurre que sólo nos vamos a suscribir a aquellos perfiles de gente que ya conozcamos o que, al menos, nos suenen, como famosos o gurús, porque, a diferencia de Twitter, el buscador sólo muestra nombres de páginas, grupos, perfiles, no el contenido que hay dentro de los mismos.
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