Sonja Stich
Querida Melancolía,
Estamos en abril. Afuera la gente camina. Salen de las oficinas, entran a las tiendas. Hacen cosas, hablan por teléfono. Todavía hay autos de los ´80, he visto un par este último año. Puede que sean los últimos que vea hasta que vuelva a Buenos Aires.
¿Qué tal todo por allá?
Estamos en esos días del año en que compartimos el clima. Barcelona está bien pero a veces camino y voy oliendo jazmines de Villa Urquiza. No te creas, no es fácil ser de ningún lado. Igual creo que es más difícil ser autónomo que inmigrante.
Estamos en abril y veo a la gente caminar y me pregunto ¿qué se siente? ¿Qué se siente ser ellos? Y voy dibujándoles zonas de confort. Son como auras imaginarias que los protegen, yo creo que perdí la mía hace tiempo con todo esto de dejar de hacer las cosas de siempre para probar nuevas.
¿Crees que es una enfermedad?
Estamos en abril y me pregunto si todos los que caminan tienen alguien que les espere. Y no creo que la libertad sea una enfermedad, es sólo que nunca te dicen lo difícil que es elegir cuando se es libre. ¿Qué harías si a partir de hoy puedes hacer de tu vida lo que se te de la gana? Y no elijas ser autónomo, la cuota es muy alta.
Tuya siempre, Gretel Weisman.
Luciana Salvador Serradell