Como ya sabéis, la fotografía nocturna tiene una peculiaridad, y es que carece de luz; pero cuando fotografiamos los fuegos artificiales nos encontramos con una ráfaga de luz sorprendente. El truco principal para solucionar este problema se basa en controlar la luminosidad y el tiempo de exposición. Ejemplo de ello es esta foto de la forera Felina.
Debemos utilizar un tiempo de exposición alto, del orden de segundos. Para evitar el desenfoque podemos utilizar un trípode y, resultaría útil también un disparador. Antes de fotografiar, se debe componer la escena y comprobar cuánto suele durar, ya que se pretende calcular dicho tiempo de exposición. Por último, se debe enfocar al infinito manualmente, ajustando el tiempo haciéndolo coincidir con la duración de la estela de los fuegos, y, según esto, se ajusta la apertura de diafragma usando la que nos recomienda la cámara en la oscuridad. Finalmente se dispara en el momento en que empieza un fuego artificial. Es importante que escojáis una película con poca sensibilidad o colocar el ISO de la cámara digital para situaciones de oscuridad.
¿Conocéis otros trucos? ¡Enseñadnos vuestras fotografías de fuegos artificiales!