A continuación algunos ejemplos de momentos perfectos para aplicar fotografías en blanco y negro:
Retratos
La fotografía en blanco y negro funciona muy bien con los retratos. En parte, puede deberse a que muchos de los retratos más representativos del último siglo son monocromos y estamos familiarizados con este estilo. Pero también se debe a que si se elimina el color, nos queda simplemente el carácter y la personalidad. Añadir una iluminación lateral es especialmente eficaz, ya que proporciona un contraste fuerte entre las luces y las sombras.
Paisajes urbanos
La fotografía arquitectónica se realiza con frecuencia en monocromo para destacar la forma de los edificios. El mayor contraste que se logra con el blanco y negro sobre el color, queda muy bien al sujeto. Estas fotografías se realizan muchas veces a primera hora de la mañana, en parte para evitar las distracciones del tráfico y de la gente, pero también para aprovechar la luz del sol cuando todavía está bajo. Con esta luz es posible obtener sombras muy largas y se puede lograr una atractiva textura cuando se proyecta sobre piedra o cemento. En muchos casos estas imágenes también se benefician de la simplicidad y la naturaleza austera del blanco y negro.
Fotografía nocturna
Merece la pena probar a hacer fotografías nocturnas tanto en blanco y negro como en color. En muchos casos, el reflejo amarillo de las luces de la calle dan vida a una escena. Por otra parte, la textura y los patrones de una escena se muestran con un mejor efecto en monocromo.
Visto en Canon España