No se por qué, pero me da la sensación de que la fotografía en blanco y negro es la gran olvidada en estos tiempos, ¿para qué volver a los sesenta si ahora tenemos la oportunidad de sacar fotos a todo color? Igual es porque no he vivido el cambio del blanco y negro al color pero estoy obsesionada con las imágenes monocromáticas, es más, al primer blog que abrí allá por el 2012 sólo subía imágenes en blanco y negro o en sepia. Adoro jugar con los contrastes y la intensidad de los colores cuando edito las fotos, y eso en las imágenes monocromáticas se puede hacer prácticamente sin riesgo de dejar los tonos demasiado chillones. El post de hoy es una recopilación de fotos que he ido pasando a blanco y negro este verano, un pupurrí que no sigue una temática concreta: hay gatos, paisajes, retratos y mi Noah.
Eso sí, aunque edite algunas fotos en blanco y negro siempre conservo las equivalentes en color, para desgracia del disco duro de mi ordenador. La imagen a color es más alegre, y una vez la has desaturado es muy complicado volver a sacarle colorinchis, así que "por si acaso" la dejo guardada de las dos maneras.
Las dos primeras imágenes son dos ciudades diferentes desde el mismo ángulo: Praga sobre el Moldava y Budapest sobre el Danubio, cada una con sus barcos y edificios particulares. El resto de fotografías dejo que las descubráis vosotras, aunque os adelanto que no han podido faltar los gatos esta selección, y es que desde hace poco tengo un nosequé con ellos. Bueno, vale, lo he tenido siempre, pero últimamente me encuentro con muchos a los que no puedo evitar acercarme, fotografiar y, si se dejan, acariciar detrás de las orejas. Están al loro de todo lo que pasa a su alrededor, por eso es fácil sacarlos mirándote fijamente y posando como sólo ellos saben.
¡Espero que os gusten!
En las imágenes en blanco y negro queda bien hasta el ruido o las zonas distorsionadas, hace que tengan un toque de viejuno que a mi me parece de lo más adorable. Varias de estas fotos no las hubiera publicado a color, no me convencían nada y, sin embargo, así me encantan. Otra cosa que me gusta de la fotografía monocromática es que sirve para "apañar" alguna imagen con flash. Odio utilizar el flash, aunque a veces no queda más remedio y se quedan todos los blancos con un color amarillento, fácil de disimular si se pasa a blanco y negro (;
¿Qué opináis de las fotos en blanco y negro?