Digitaliza tus viejos negativos y diapositivas con un equipo de menos de 20 euros

Mi historia de frustración para recuperar el montón de películas fotográficas y poder ver las imágenes en la pantalla de mi ordenador, data de 1998. Entusiasmado con las maravillas del Photoshop y otras aplicaciones que permitían no solo ver, sino también editar las fotos, vendí mi ampliadora, la última pieza de mi improvisado laboratorio fotográfico, para migrar al sistema digital, en una época en la que las cámaras digitales parecieran lejos de ser prometedoras. La mejor fórmula, a comienzos de este siglo, era fotografiar con cámaras analógicas y "digitalizar" luego las películas. Entonces compré un scanner tipo flatbed de una marca "genérica", pasé muchas horas procesando mis negativos y diapositivas de 35 mm...y los resultados no lo justificaron. Atribuí los resultados mediocres a la calidad del scanner, y estaba claro, según la información que tuve, que debía invertir una elevada suma de dinero para adquirir un "buen" scanner, casi la misma inversión que requería la compra de una cámara fotográfica de mediano presupuesto y un lente extra.

El problema adicional era que los scanners ofrecidos en el mercado, no permitían digitalizar películas de tamaños de gran formato (120, 126 o 127mm), o las pequeñas 110mm, salvo que se optara por equipos muy costosos de marcas reconocidas como Minolta o Nikon. O sea, aunque llegase a conseguir el mejor scanner -de hecho tendría que hacerlo traer de otro país porque en el mío no existía esa posibilidad, no tenía asegurada la posibilidad de recuperar una historia fotográfica familiar, que data desde los años 1950, con muchas películas de distintos formatos.

A través de un sitio muy popular de la web, ví que era posible utilizar cámaras digitales y un adecuado sistema de iluminación para hacer lo que yo quería. De hecho, experimenté diferentes fórmulas propuestas, con distintas formas de iluminación y también diferentes cámaras. Muchas horas y centenares de imágenes malas, hasta arribar a lo que considero la mejor opción. Gracias a ella, logré digitalizar negativos en blanco y negro, color, diapositivas de todo tamaño. Lo único que no logré resolver de modo simple, es la calidad del color obtenido "sacando fotos" a los negativos. Ello requiere un proceso algo complejo, que resumo en dos pasos: a través del Photoshop u otra aplicación, invertir los colores de la imagen, y segundo, establecer un adecuado manejo del balance de blancos. Esto es otra historia, que en otra oportunidad puedo describir en detalle. Ahora, vamos al grano.

¿QUÉ SE NECESITA?

1. Una cámara digital que permita tomas cercanas (close-up), a menos de 10 centímetros del objeto. El mejor resultado lo obtuve con cámaras pequeñas, tipo snapshot, pero con capacidad de cambiar la distancia focal (zoom). Si es posible, lo ideal es utilizar una cámara con lente que permita regular el diafragma a una posición más cerrada que f/11. Las cámaras pequeñas para aficionados emplean un sistema automático, y como su rango de aperturas generalmente es limitado, deben utilizar velocidades altas para hacer este tipo de fotos.

2. Una fuente de iluminación difusa, de color "frío" tipo LED, a la cual se puede acceder en cualquier tienda especializada. La que yo empleo me costó menos de 15 euros, incluyendo una simple conexión con un cable y enchufe corrientes. Definitivamente, la iluminación lo más difusa posible, es el elemento clave, que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso. Se debe evitar absolutamente las fuentes de iluminación con tono de color cálido -como de las bombillas de tungsteno-, porque al invertir los colores de una película negativa, resultan en imágenes con una fuerte dominante azul, difícil y aveces imposible de corregir.

3. Un soporte lo suficientemente robusto para sujetar firmemente la cámara en sentido horizontal (trípode) o, como en las imágenes adjuntas, para que esta sujeción pueda hacerse en sentido vertical, una caja de cartón o un tubo (como un recipiente de discos compactos perforado en el centro). Este último recurso es que yo empleo con mayor versatilidad, pues me permite utilizar incluso los teléfonos celulares para hacer las fotografías, sin necesidad de adaptar artilugios para sujetar las tiras de película o diapositivas.

4. Si es posible, una tira o un pedazo de vidrio limpio, para hacer presión sobre las películas y evitar su tendencia a curvarse. Esto puede ser complicado si esta película reposa demasiado tiempo sobre la pantalla LED, que de cualquier modo es caliente.

PROCEDIMIENTO

1. Encender la pantalla LED encima de un soporte firme, como una mesa, la cámara fotográfica o teléfono celular listos junto con todas las películas a mano.

2. Colocar cuidadosamente las tiras de película u diapositivas encima de la pantalla LED, Si la curvatura de estas películas es mu acentuada, se debe emplear un vidrio encima para ejercer presión sobre éstas.

3. Colocar el soporte de la cámara (tubo de plástico, caja de cartón. de madera, etc.) cubriendo la pantalla LED. Idealmente, este soporte puede permitir cambiar las películas desde los costados sin necesidad de mover la cámara. Ello puede lograrse perforando dichos costados,

4. Aunque la fuente de iluminación es potente, al punto de hacerse incómoda para la vista durante tiempos prolongados, y permite a la cámara el empleo de velocidades altas de obturación, debe evitarse el movimiento de la cámara. Lo ideal es recurrir al autodisparador (self-timer). Antes de disparar, el objeto debe estar perfectamente encuadrado y enfocado. Ello se logra manipulando el zoom de la cámara. Para que este proceso no sea tan repetitivo, lo ideal es mover o cambiar lateralmente las películas, y no la cámara.

5. Todo el proceso de "fotografiar las peliculas" no debe exceder una hora, tanto por el agotamiento visual que impone la exposición a la intensa luz de la pantalla LED, como el gradual calentamiento de está última, que aunque poco perceptible, puede alterar los resultados.

6. Pos-producción y procesamiento. Se requiere una aplicación o software que permita tres cosas esenciales: cortar las imágenes (crop), invertir los colores, y manipular estos colores. Idealmente, que permita fijar un punto como lo más cercano al blanco". Los resultados más rápidos se obtienen al digitalizar películas positivas ("diapositivas"), a las que quizás debe atenuarse el exceso de tonalidad azul o verdosa. Con las películas negativas en blanco y negro, solo debe invertirse el color. Como dije antes, el procesamiento más difícil es el de los negativos a color. Con ellos, primero debe invertirse los colores, y el resultado más común serán imágenes poco naturales con una clara dominante azul o verde. Algunas aplicaciones pueden corregir automáticamente esta dominante, pero en general esto debe hacerse de manera manual.













7. En general, este experimento no está exento de algunas complicaciones, pero ....¡vale la pena!. Como verás, se puede utilizar hasta teléfonos celulares de gama media o alta para reemplazar a los costosos scanners. Los resultados que podrás obtener no serán notoriamente inferiores a los que te brinden los laboratorios fotográficos.

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