El iPhone Original y el posterior 3G tenían el enfoque fijo, además de un ajuste de blancos más que precario.Es con el modelo 3GS con el que el gigante de Cupertino consigue empezar a atraer las miradas, siendo además el primero en incluir sistema autoenfoque.
No obstante, el mayor salto estaba por llegar, y fue con el iPhone 4 con el que las diferencias fueron mucho más notables, con una mejor resolución y gestión la exposición. Ahora, con el 4S y sus nuevas características, como los 8 megapíxels de resolución, el salto es aún mayor.
Con esta imagen que puedes ver más abajo se puede ver la clara evolución para bien de la cámara del iPhone:
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