Servicios como Flickr, Google Images, o programas como Adobe Photoshop o Adobe Lightroom nos permiten verlos, y conocer así cómo se tomó la fotografía: Qué cámara usamos, con qué parámetros de exposición, en qué modo, si usamos flash o no, etc.
EXIF es un estándar creado por la JEIDA para almacenar información con la mayor interoperabilidad posible entre dispositivos de imágenes. Estos datos son muy útiles porque, al contrario que con la fotografía tradicional, ya no es necesario llevar una libreta y apuntar los parámetros de cada foto (si es que nos tomamos la fotografía con cierta seriedad, por supuesto).
El beneficio que nos aportan estos datos es que se puede estudiar la fotografía y si posee algo que queremos mejorar tendremos la información necesaria para saber en qué detalle ha ocurrido la falla, es decir, si es que hemos escogido mal la sensibilidad, la velocidad de obturación, o algún otro de los parámetros de nuestra cámara.
Por supuesto, para que estos datos nos ayuden a conocer mejor cómo se ha hecho una foto, tenemos que entender bien las relaciones entre estos parámetros y conceptos tales como la exposición, la profundidad de campo, etc.
Los datos EXIF se pueden leer con aplicaciones que soporten ficheros de tipo JPEG, como navegadores web, programas de edición de imágenes, o hasta drivers de impresoras. En el mercado la mayoría de las cámaras digitales contiene su software de fácil uso que nos permite acceder a esta información. A continuación os mostramos una captura de la parte del Adobe Bridge que muestra este tipo de DATOS.