Ha llegado a mis manos la siguiente noticia. En ella, tal como podemos leer, se recalca que Jean-Claude Felguera, gestor de fondos de la cartera española Algar Global Fund, (de la cual también es miembro fundador) trabaja desde casa, vive de alquiler y conduce un coche que tiene 15 años.
Los que me conocen se imaginan que ante tal lectura no me podía quedar pasivo, por lo que aprovecho este espacio para dar varias apreciaciones sobre esta entrevista.
Lo primero es indicar que no tengo nada en su contra, menos cuando la cartera de la que es dueño ha rentado un 34% en el último año (aunque no por ello la definiría personalmente como la que más gana o a él como el mejor inversor de España). Una vez hecha esta puntualización, voy por partes:
No encuentro relación directa entre el hecho de ser dueño de una cartera de inversión, y por ello no poder vivir de alquiler, trabajar desde casa y tener un coche desde hace 15 años. Creo que el titular peca por tanto de sensacionalista…
Ser asesor de cartera en particular y trabajar en el mundo financiero en general no tiene por qué llevar asignado ningún cliché como ya he tenido la oportunidad de afirmar con anterioridad: no hay ningún Mercedes Benz, Audi o BMW asignado para quien trabaje en este mundo, al igual que tampoco están todas las oficinas financieras en elegantes distritos llenos de rascacielos acristalados. Todo lo contrario, se están yendo hacia las afueras, donde haya más espacio, más verde, y se trabaje con menos etiqueta.
Por otra parte, como por desgracia ocurre con la gran mayoría de la prensa de este y otros tantos países, me faltan datos para concluir como relevante el titular elegido: destaca el hecho de que viva de alquiler, pero obviamente no es lo mismo vivir en alquiler en Pedralbes (barrio exclusivo de Barcelona para los que no conocen) que tener una casa en propiedad en Sants (barrio tradicionalmente de clase trabajadora – aunque odio este tipo de etiquetas, no se me ocurre nada mejor).
Alquilar es, como ocurre con las opciones financieras, una opción más: ni peor ni mejor que comprar. Es más, podemos ver como (insisto, tal como ocurre con las finanzas), según el lugar, el momento y las circunstancias no es la mejor decisión económica, ni el método más rentable ni, en resumidas cuentas, un acierto que destacar como titular. Hay infinidad de visiones sobre este tema de alquiler vs compra, de la opción de alquilar, de la opción de la hipoteca, etc, etc, etc, etc. Elija su propia historia. Todos deben de tener una en este sentido.
Es más, sólo hay que ver como en ciudades españolas como Madrid o Barcelona no se encuentra un alquiler por debajo de los 900 euros/mes. ¿Es por tanto loable como una opción “humilde” que se viva de alquiler cuando una hipoteca por ese mismo piso puede costar menos de 500 euros? Lo dicho: nos faltan datos.
Lo que sí que me resulta envidiable es lo de “la oficina en casa”. Si algo pudiera hacer cambiar las rutinas de mi trabajo hacia mejor es que pueda desarrollarlo ampliamente desde casa, pero nuevamente me hace dudar… ¿de verdad no pisa en toda la semana ni una sola oficina?, ¿de verdad gestiona todo su patrimonio y el de sus clientes cómodamente desde un despacho? y nuevamente volviendo al anterior punto… ¿qué vivienda de alquiler “humilde” incluye espacio para un despacho como el que debe necesitar? Pienso en la pila de documentos, en las agendas, pantallas y herramientas que solemos manejar y realmente no me cabe en la cabeza. ¿Tiene hijos pequeños dentro de ese espacio de especulación y calculo?
Otro punto que quisiera destacar de la entrevista dejando de lado sus florituras periodísticas, es el hecho de que tenga invertido todo su patrimonio en el fondo (difícil de creer para cualquier inversor). Ante todo, habría que ver qué hay de cierto o no en este dato, pero si es cierto al 100% nuevamente estamos ante una declaración que no creo que sea del todo admirable.
Es decisión de cada uno (y muy digna siempre que se sepa lo que se hace) dónde se tiene invertido el dinero y los riesgos contemplados pero ahora: por muy seguro que estemos de nuestros pasos, por muy de la mano que llevemos la gestión de nuestro capital, siempre se contemplan riesgos… y cuando tan siquiera, como destaca el titular, se tiene apenas propiedades, me parece algo osado e impropio de un buen gestor que no los tenga bajo consideración.
¿Estoy diciendo que Jean-Claude es un mal gestor? Ni mucho menos: todo el que está en su posición o todo el que se mantiene año tras año en este mundo ya merece admiración absoluta de mi parte. Lo que sí le niego es lo rotundo y lo grandilocuente de los títulos que le otorga el diario Cinco Días. Como todo el que trabaja en finanzas y habla de ello, tiene mucho de interesante y que anotar, al igual que discrepo de algunos puntos como he remarcado.
Cuando practico networking o simplemente acudo a una comida de colegas, si recopilara nuestras conversaciones a modo periodístico saldrían titulares mucho más grandilocuentes y remarcables que el de esta entrevista, pero precisamente no nos valdría como aporte periodístico porque no dejan de ser simples conversaciones distendidas, algunas más interesantes y otras menos.
Pues esa es la opinión final que me merece esta entrevista: una conversación agradable, que dibuja un perfil interesante y diferente de quienes nos dedicamos a estos asuntos, pero sin más.
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