La posibilidad de generar imágenes en cuestión de segundos ha vuelto a abrir el debate sobre el papel de la inteligencia artificial en el entorno laboral. Esta vez los diseñadores gráficos están en el punto de mira. ¿Trabajarán las agencias con esta herramienta para generar contenido a sus clientes?
Hace poco hablamos de si ChatGPT tenía la capacidad de reemplazar a los profesionales del marketing. La posibilidad de redactar artículos, descripciones para las redes sociales y eslóganes, ponía en entredicho las tareas de los empleados del sector. Finalmente, comprobamos que todavía, en este campo, no es posible sustituir a una máquina por un humano.
¿Ha cambiado el asunto con DALL·E 2? En septiembre de 2022 nos despertamos con la noticia de que un estadounidense llamado Jason Allen había ganado un concurso en la sección de artes digitales y fotografía con una imagen creada por una inteligencia artificial. Tras aquello, saltaron las alarmas en el gremio de los artistas, amedrentados por una tecnología que amenaza con robarles el trabajo. Y no es para menos, pues estamos a un solo clic de aprovechar un torrente de creatividad. Ahora bien, ¿es real esta amenaza? ¿Hasta dónde puede llegar?
¿Qué es DALL·E 2?
Esta inteligencia artificial de openAI, nombrada en honor a Salvador Dalí, convierte un texto en imágenes. Con unas pequeñas indicaciones sobre lo que tenemos en mente, la herramienta nos genera cuatro propuestas. El resultado es, en resumen, todo el aprendizaje adquirido a partir de otras imágenes recogidas en internet. Cada creación se inspira en obras existentes; en consecuencia, sería imposible que una IA crease un nuevo estilo pictórico como el impresionismo o el cubismo. Eso explica también que tenga problemas al sugerirle que nos muestre a personas sin nariz o con tres ojos. ¿Lo probamos?
Si le decimos a DALL·E 2 que queremos un conejo en traje espacial sobre la luna, nos propone lo siguiente.
No está mal, pero no acaba de convencerme la mancha que vemos arriba en el costado izquierdo. Así que le pediré a la inteligencia artificial que modifique esa zona. Para hacerlo, le señalo ese espacio con la herramienta Eraser (goma de borrar) y le pido que inserte la Tierra de fondo.
Pero DALL·E 2 no se limita únicamente a generar imágenes nuevas, también podemos subir las nuestras para modificar elementos hasta el punto de llegar a manipular el entorno, la vestimenta, e incluso el aspecto físico. Hicimos la prueba con nuestro compañero de Internet República, Sergio González, dándole la oportunidad de viajar a Roma, ciudad que nunca ha visitado. Seleccionamos una fotografía suya junto al Congreso de los Diputados de Madrid, recortamos un poco el lateral para eliminar un edificio, le cambiamos el vestuario para concederle una apariencia invernal, et voilà!
Comparando detenidamente, y sabiendo que ha sido desarrollado por una IA, se infiere cierto artificio. Sin embargo, no olvidemos que estamos en el principio de una tecnología con margen de progresión. Dentro de unos años, además de obtener resultados más realistas, probablemente dispondremos de oferta de música y vídeo. En cuanto llegue ese perfeccionamiento, por el cual sea difícil diferenciar la procedencia de la obra, nos plantearemos si la sociedad preferirá consumir contenido de Inteligencias Artificiales en vez de creaciones humanas. Ahora bien, gran parte de los artistas tienen la firme convicción de que el componente de las emociones, solo está al alcance de las personas. ¿Llevan razón o de verdad puede emocionarnos un cuadro o una canción de una IA? ¿Puede una novela escrita por ChatGPT gozar de la misma profundidad que un libro de Milan Kundera? Yendo todavía más lejos: ¿se enamorará alguien de un androide?
El dilema de los diseñadores gráficos
Varias de las ventajas de la inteligencia artificial son el ahorro de tiempo y costes. Pero la velocidad de entrega queda ralentizada si las propuestas de imágenes no nos satisfacen. También debemos tener en cuenta que recibimos el contenido sin letras ni logos, y sin el producto o servicio original de la marca. Por lo que cualquier diseño en el que se quiera insertar un producto, deberá subirse a la plataforma para después ubicarlo en el entorno deseado. Por ejemplo, si nuestra empresa es de automóviles, cargaremos una fotografía de un coche, y a través de las herramientas de DALL·E 2, le señalaremos las modificaciones.
Por tanto, la función del diseñador gráfico seguirá existiendo por la necesidad de establecer cambios en las imágenes a través de Photoshop, Adobe Illustrator o Canva, y sino, siempre tendrá que haber un experto supervisando el resultado final.
Aun así, démosle un voto de confianza y probemos si la inteligencia artificial podría reemplazar las imágenes de la web de Internet República (los textos de arriba son las indicaciones para DALL·E 2).
Un soldado imperial haciendo posicionamiento SEO
Personas vestidas de Star Wars usando sus móviles
Yoda con un ordenador en Madrid
Madrid con una nave de Star Wars
Mientras que las dos primeras propuestas aprueban el examen, las siguientes presentan errores. El rostro de Yoda, con sus pupilas enrojecidas y su ceño fruncido, transmite inquietud. Además, DALL·E 2 ha omitido la orden de situar al maestro jedi en Madrid, y en su ordenador se percibe un logotipo extraño con unas letras ilegibles. En la última fotografía, aunque la estética posee encanto y se reconoce la ciudad, el edificio de Colón de ningún modo sobresale de esa manera en el auténtico skyline madrileño. La nave tampoco termina de encajar en los modelos de la famosa saga. Quizá, con otras plataformas de inteligencia artificial como Midjourney o Stable Diffussion, el resultado hubiese mejorado. No obstante, esta es una buena forma de sustituir a los bancos de imágenes.
Nos convenzan o no los nuevos horizontes que proporciona esta tecnología, solo el tiempo dirá si las personas estamos preparadas para diferenciar el contenido generado por una inteligencia artificial.
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