Lo primero que debéis decidir es el momento de tomar la fotografía, hay momentos en los que la Luna está más cerca y de ahí se sacan muy buenas tomas. Elige la mayor Distancia Focal que puedas (mayor zoom que dispongas) y si tienes la posibilidad utiliza el modo de medición puntual de la luz, ya que asi se evita que la Luna salga quemada.
Al estar el cielo muy oscuro, el medidor de la luz promedia y la luna puede salir como una masa blanca uniforme, perdiendo cualquier detalle de su superficie. Si tu cámara no permite utilizar la medición puntual, prueba a ajustar la exposición (baja el EV) para que la cámara subexponga.
Debéis enfocar al infinito y usar una velocidad de disparo lo suficientemente rápida, con una velocidad de 1/160 debería ser suficiente como para que la luna no salga movida.
¿Conocéis más trucos?