La aparición de este chat basado en la inteligencia artificial está revolucionando Internet y las redes sociales al tiempo que ha despertado un intenso debate sobre las consecuencias que su desarrollo puede tener en diversos sectores. ¿Quieres saber qué va a suponer para el marketing? Hemos hablado con ChatGPT para que nos lo cuente él mismo.
A finales del pasado mes de diciembre, la Fundación del Español Urgente (Fundeu), promovida por la RAE y la Agencia EFE, daba a conocer su elección sobre cuál había sido la expresión del año. Entre las finalistas se asomaban términos muy presentes en el día a día de 2022 como inflación, criptomoneda, apocalipsis o ucraniano. Sin embargo, todas ellas fueron superadas por la relevancia de un concepto que ha aparecido en mil y un debates y cuyas aplicaciones han dejado con la boca abierta a millones de personas. Lo has adivinado, estamos hablando de “inteligencia artificial”.
A nadie le habrá extrañado su aparición como concepto del año. ¿Quién nos iba a decir que la IA se colaría en las charlas de café o que decenas de analistas en los medios de comunicación centrarían sus reflexiones en ella? Estamos convencidos de que esto solo es la punta del iceberg, que las sorpresas que nos traerán los avances tecnológicos no dejarán de despertar debates, polémicas y admiración en los próximos meses.
De momento, la inteligencia artificial ya forma parte de la vida de todos nosotros y está presente de una u otra manera en los smartphones, los asistentes virtuales o los chatbots de atención al cliente de nuestro día a día. Pero nada hasta ahora había levantado tanto interés -ni tantos recelos- como una increíble herramienta que lleva semanas dando mucho que hablar. Se llama ChatGPT y, por si acaso no tienes el gusto de conocerla, te contamos de forma muy resumida qué es.
¿Qué es ChatGPT y por qué genera tanto debate?
Se trata de una avanzada herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por la empresa OpenAI. En concreto, funciona como un chatbot capaz de responder con texto cualquier tipo de pregunta escrita que realicemos. ChatGPT es capaz de redactarnos un artículo sobre marketing, traducirnos un contenido al idioma que solicitemos, corregir código, elaborar un poema sobre el tema que propongamos o desarrollar una fórmula matemática. Y todo con una precisión y corrección ortográfica nunca vista hasta ahora en una aplicación de inteligencia artificial. Si no lo has hecho todavía, te animamos a probarla.
Y es en esta capacidad de sustituir desarrollos humanos en donde ha surgido el debate. Llevamos años escuchando voces que alertan de que la inteligencia artificial tiene la capacidad de llevar a cabo tareas que hoy llevan a cabo los seres humanos y que en un futuro más próximo que lejano podrá reemplazar a profesionales de diferentes sectores. Y ChatGPT ha aparecido como una amenaza palpable en este sentido.
Es normal que asalte la duda. ¿Tendrá la capacidad de sustituir a los profesionales del marketing? La respuesta la tenemos muy clara: No. Ahora bien, lo que sí podrá hacer es complementar nuestra labor, ayudar a resolver problemas o dudas de una forma mucho más ágil. La inteligencia artificial podrá aumentar la productividad de los profesionales del marketing, ahorrar tiempo, pero en ningún caso sustituirá a la inteligencia humana.
Hablamos con ChatGPT
Pero demos voz, o texto, al verdadero protagonista. En Internet República llevamos semanas familiarizándonos con ChatGPT y hemos querido preguntar a la misma inteligencia artificial algunas dudas que nos surgían sobre su funcionamiento y cómo puede ayudar al desarrollo del marketing. Compartimos contigo esta agradable charla.
¿Inteligencia artificial vs inteligencia humana? Inteligencia artificial + inteligencia humana
Como veis, ha sido una conversación muy provechosa con ChatGPT. Y ahora que no nos está leyendo, nos vamos a permitir chismorrear un poco sobre él. Es justo incidir en los aspectos que suponen un avance muy relevante para el marketing digital. Sin duda, su capacidad de responder de forma casi inmediata a todo tipo de temas convierte a esta herramienta en un aliado ideal de los profesionales.
En cierto modo, funciona como un complemento perfecto de las búsquedas de Google. Podemos charlar con el chat de OpenAI sobre infinidad de temas, recibiendo respuestas completas y ahorrando un tiempo importante respecto a las búsquedas. También es un magnífico aliado si necesitamos hacer un brainstorming. Si queremos crear un blog sobre, por ejemplo, tendencias de marketing, basta que le pidamos que nos apunte cuáles son las tendencias más relevantes hoy en día y desarrollar los contenidos a partir de ellas. En paralelo, puede ser una fuente de inspiración muy valiosa, con la capacidad de apuntar aspectos de un contenido que podrían pasar desapercibidos sin su colaboración.
Y, ¿por qué no?, también podría ser muy útil en nuestra cotidianeidad. ¿Qué tal utilizarlo para ampliar nuestro menú? Vamos a por un ejemplo: ¿Quieres saber las recetas más fáciles para hacer en casa de comida japonesa? Pues también nos responde, con mucha amabilidad.
Pero en este mismo ejemplo ya podemos observar algunas de sus limitaciones. Hemos percibido que sus respuestas son siempre muy correctas, pero echamos de menos un poco más de profundidad. Preparar un Takoyaki con las indicaciones de ChatGPT no va a ser tarea fácil. Hemos tratado de que el chat nos apunte ingredientes, cantidades, tiempos y, qué quieres que te digamos, resulta mucho más útil seguir los pasos de un libro o una página web de cocina que preguntar una y otra vez al chatbot hasta que consigamos todos los datos que necesitamos.
Y en este punto volvemos al argumento que sustenta este artículo. ChatGPT puede resultar de gran ayuda, pero necesita el componente humano, la experiencia del especialista, sea cual sea su sector. En primer lugar, porque cualquier respuesta generada por una máquina va a carecer de la creatividad, del componente emocional, de la ironía, de esa personalidad única que demuestra cada individuo al escribir, al interactuar con otra persona.
Y no menos importante, porque no existe respuesta válida sin antes no se ha planteado una pregunta adecuada. Y eso depende por completo de la creatividad del usuario humano que elabora la consulta. Lo decía el mismísimo Einstein, que de inteligencia iba más que sobrado: “la formulación de un problema es siempre más importante que la solución”.
Pese a todo lo que se ha dicho últimamente, una inteligencia artificial nunca será ni cocinero ni especialista en marketing, ni guionista ni creador de contenidos. La inteligencia artificial supone un gran apoyo como lo son casi todos los avances tecnológicos. Pero solo complementa, no sustituye al ser humano. Además, no hay que olvidar que muchas de estas aplicaciones están en pleno desarrollo y resultan muy habituales los fallos o las respuestas con incorrecciones.
Ante eventos imprevistos, de los que no existen datos previos, se necesitará de la inteligencia real. El ser humano, el profesional, siempre va a ser el recurso más importante. Ahora bien, como hemos visto, son muchos los beneficios de la IA y sería poco inteligente obviarlos. Sabemos que el marketing va a dar un salto de calidad con las nuevas aplicaciones de inteligencia artificial. De momento, prometemos que estaremos por aquí para contároslos. De la forma más humana posible, por supuesto.
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