El cine actual debe mucho a la tecnología, llegando el caso que muchas películas, como las últimas películas de superhéroes no podrían haberse filmado si la inestimable y necesaria concurrencia de diversas tecnologías, entre las que hay que destacar el uso de ordenadores para generar imágenes de síntesis que luego se integran con la interpretación de los actores
Lo que debe el cine actual a la tecnología
Muchas de las escenas que vemos en las películas de estreno en este 2016 ya más que mediado, no existen. Me explico, muchas de las escenas que hemos podido ver desde El libro de la selva hasta The Martian han sido creadas a base de imagen de síntesis originadas por ordenadores muy potentes.
El cine actual poco tiene de realidad. Desde los entornos dónde se desarrollan las películas, que pueden ser todos ellos creados por computadoras. Por lo general primero se graba la actuación del los actores – con un aparatoso fondo verde fosforito – para posteriormente integrar la actuación con la imagen generada por ordenador.
A pesar de ello muchas escenas se siguen grabando de un modo más artesanal, con la utilización de maquetas, como se pudo ver en la última entrega de La Guerra de las Galaxias, El despertar de la fuerza.
El uso de imágenes y efectos creados por ordenador además de ahorrar costes, permite introducir nuevos efectos a los cuales enseguida se enganchan los espectadores en las salas de cine. El cine, desde sus inicios, se ha basado en encandilar a las personas que pagan por ver una película en un cine.
Además hay que tener en cuenta que el público cinéfilo es muy exigente y siempre quiere nuevas experiencias en la pantalla grande y nuevos efectos especiales que lleven al cine a una dimensión superior.
Sin embargo el uso masivo de tecnología hace que el tiempo de producción y postproducción se alargue mucho. Una sola escena de tres segundos puede llevar más de un mes entre su producción y postproducción.
Un caso claro lo tenemos en el recién estrenado El libro de la selva, en caso de que la renderización se llevase a cabo con un solo ordenador y no con las últimas gráficas de NVIDIA, serían necesarios 1.500 años antes de tener la película disponible para su exhibición en cines.
Por ello, una buena película no es solo aquella que tiene un buen director y actores, sino también aquella que tiene el personal de gestión que permite que todos los aspectos de la película avancen al unísono de manera que todo llegue a buen puerto dentro de los plazos previstos.
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