"Si las criptomonedas destronaran la inversión en oro, el efecto sobre el precio del oro sería devastador. El 40% de la demanda de oro esta relacionada con la inversión, por lo que un cambio de la inversión de oro a criptomonedas produciría un choque sísmico", escribió en su informe.
Sin embargo, este escenariono sería posible porque las criptomonedas no cumplirían con todas las opciones ofrecidas por el oro.
"Hemos creado un marco para evaluar la viabilidad de cualquier clase de activo como algo seguro centrandonos en la liquidez, el propósito funcional, la escasez de suministro y la certeza de la demanda futura y de forma permanente. A través de este marco, llegamos a la conclusión de que las criptomonedas no cuestionan ni desafían al oro como una clase de activos segura".
En marzo, Peter Thiel, cofundador de Paypal, apostó a que Bitcoin se convertiría en el equivalente al oro digital. A principios de este verano, el inversor de criptomonedas Lou Kerner, un evangelista de CryptoOracle, anunció que la primera criptomoneda en la clasificación acabaría por exprimir al metal precioso como una reserva de valor.