Nuestra mayor riqueza son nuestros seres queridos, más allá de cualquier éxito o patrimonio material. Su bienestar debe ser nuestra prioridad puesto que en ellos reside nuestra felicidad.
Nuestra carrera profesional o nuestro nivel económico son elementos que deben ser secundarios en nuestra vida para que podamos gozar de plenitud y felicidad. Si no comprendemos que nuestra felicidad reside en nuestra familia, jamás lograremos ser felices.
Alejandro Betancourt