Se da la idea generalizada de que cuantos más megapíxeles tenga una cámara, mayor calidad tendrán sus fotos. Sin embargo, se dan otros factores que alteran dicha calidad de la fotografía, como el tamaño de las células fotosensibles del sensor. Normalmente, las cámaras digitales de hoy en día tienen una resolución de 24 mpx, lo que equivale a veinticuatro millones de píxeles.
Los ppp y los mpx
En caso de que quieras imprimir tus fotografías con una buena calidad, tendrás que tener en cuenta los ppp. Los ppp son los puntos por pulgada (en inglés dpi, dots per inch) y se utiliza ésta medida cuando se imprime. La resolución en la medida ppp sirve para conocer la densidad de los puntos de impresión, y saber así, la resolución adecuada que necesita la imagen para que sea impresa con calidad.
Hay que diferenciar entre mpx y ppp. Los primeros indican la resolución del sensor, mientras que los ppp muestran la densidad de puntos con la que se trabaja, o los píxeles que se utilizan a la hora de imprimir cada pulgada de la imagen.
Si conocemos la resolución de la imagen en píxeles y también de la impresora en ppp. Se podrá calcular el tamaño máximo de la impresión, la cual se calcula mediante la fórmula longitud [cm] = 2,54 x número de puntos [px] / resolución ppp.
Por lo general, la resolución más utilizada y que ofrece una buena calidad es de 300 ppp, y es utilizada tanto para fotografías como para revistas o periódicos. Esta es la resolución que suelen tener las impresoras de uso doméstico. Por el contrario, los laboratorios e impresoras de uso profesional, utilizan una resolución de entre 150-300 ppp ya que al utilizar la impresión digital no necesitan una resolución alta.
A la hora de preparar tu imagen para imprimir puede que te resulte más sencillo saber cuántos centímetros tiene. Solo tienes que convertir los píxeles en centímetros. Sin embargo, no necesitarás realizar las operaciones ya que existen herramientas como este conversor pixeles a cm. Únicamente tendrás que introducir las dimensiones de la imagen y esperar a que el conversor obtenga la equivalencia. Una forma de saber la resolución ideal para imprimir.
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