A lo largo de los años han habido numerosas ocasiones en las que, por diversas razones, una película no se ha estrenado en lo que podríamos llamar su forma definitiva. Blade Runner, por ejemplo, salió en los cines para posteriormente ser recortada y reestrenada más veces de las que nos gustaría a todos. Muchas veces, se opta por realizar estas operaciones para proporcionar capas adicionales de matices y claridad que puedan enriquecer la experiencia general de la audiencia.
En algunos casos, también se hace para compensar la abrumadora sensación de decepción sufrida por gran parte de los fans de una película, ya sea por las limitaciones de tiempo que hacen que el director recorte puntos cruciales de la trama y los arcos argumentales, o por los cambios exigidos por el estudio que diluyen el producto final.
Por eso, cuando se anuncia que se está preparando una versión renovada de una película ya popular, se suele crear un gran revuelo en ciertos círculos del fandom. Sin embargo, pocas revisiones han conseguido generar tanta emoción y relevancia como la próxima versión de Zack Snyder de la película de superhéroes de DC La Liga de la Justicia. ¿Por qué?
Vale la pena decir aquí que la Liga de la Justicia, tal y como se estrenó, fue, en comparación con su principal rival, la películas de Los Vengadores, una enorme decepción. No llegó a romper la taquilla a pesar de recaudar más de 600 millones de dólares en todo el mundo, y recibió críticas mixtas tanto de los especialistas como de los fans. Sin embargo, como tantas otras cintas, fue un proyecto más que cayó víctima de su propio proceso de producción tumultuoso.
Y tumultuoso fue. Zack Snyder, el director y guionista en el que se confió originalmente como custodio de la película tras haber estrenado cintas como Watchmen y Wonder Woman con enorme éxito, abandonó el proyecto durante la posproducción debido a la muerte de su hija. Joss Whedon entró en su lugar, recortando drásticamente la película por orden de Warner Bros, que exigía que la película se ciñera a una duración de 2 horas. A modo de comparación, Vengadores de Marvel: Endgame de Marvel duraba casi 3 horas, y era solo la mitad del capítulo final de la historia.
La versión de Whedon de la Liga de la Justicia también se ganó una importante reacción de los fans por diluir la visión original de Snyder, la cual era una película de la Liga de la Justicia particularmente oscura y descarnada. Whedon, que ya había trabajado en cintas como de Los Vengadores, aportó el mismo enfoque a la posproducción, no sólo recortando varias escenas, sino supervisando que los cambios de rodaje la puedan hacer más “brillante”. Las modificaciones de Whedon añadieron más humor y un aire más familiar a la película, tanto desde el punto de vista tonal como visual.
La película que finalmente se estrenó, como muchos fans observaron inmediatamente, distaba mucho de lo que Snyder pretendía hacer en un principio. El cual, se mostró especialmente indignado. "Probablemente habéis visto una cuarta parte de lo que yo hice", dijo en una entrevista.
Por lo tanto, cuando Warner Bros anunció que gastaría 20 millones de dólares para que Snyder pueda reeditar la cinta y que esta se ajustara a su visión original, se trató como un regalo del cielo para muchos fans de DC. Todo esto fue posible, en parte, gracias a campaña liderada por los fans que exigía que Warner Bros diera a los fans de DC lo que querían, una campaña apoyada por muchas de las propias estrellas de la película.
El corte de Snyder promete un tono más oscuro, una estética más sombría, una dinámica de villanos revisada y, probablemente, mucho menos humor. Según un informe de Collider, de hecho, no habrá ningún metraje rodado por Joss Whedon en la película.
"Es un hecho sorprendentemente duro. Literalmente, quemaría esa cosa, si pensara por un segundo... Cualquier escena que veas en esta película que te recuerde al estreno en cines.... sería porque yo había hecho, y estaba siendo prestada para lo que fuera, ese monstruo de Frankenstein que tienes en el cine".
También es bastante diferente desde el punto de vista temático, ya que pretende ser más una meditación sobre la naturaleza de ser un superhéroe que una simple batalla entre el bien y el mal. Es "sobre el propósito de ser un superhéroe", dijo Snyder.
El nuevo corte llega incluso a introducir nuevos personajes que, a pesar de estar previstos originalmente para aparecer en la película, nunca tuvieron la oportunidad de aparecer frente a las cámaras de Snyder. Al frente de ellos está el Joker de Jared Leto, una interpretación radicalmente diferente y aparentemente más seria del villano tatuado de Batman que apareció en Escuadrón Suicida.