Oleg Oprisco
Si me como tu miedo más grande, el que te tiene sujeta y aplastada cuando el resto vuela, ¿qué dejarías de hacer para no volver a llorar jamás?. Y si me ato a la cintura tus pensamientos pesados, esos que te tienen triste, plana y gris, y los empujo lejos para no sentirlos nunca más, ¿cuánto tiempo te llevaría aprender a no extrañarlos? Y si prendo fuego ese paraguas, ese y todo lo demás que te aparta para que no te toque todo lo bueno, ¿dejarías de creer en tu fragilidad inventada que no te deja ser?