Ya es sabido que la fiebre por las criptomonedas no distingue de continentes ni idiomas, abriendo paso a una nueva manera de pensar en la economía y las finanzas en esta etapa post pandémica que todo el mundo ya quiere comenzar a transitar.
En ese sentido, el Coronavirus profundizó y aceleró la vida digital que ya llevábamos, abriendo paso a nuevos usos y costumbres. El Salvador es el caso más paradigmático de esta situación, ya que en septiembre adoptará a Bitcoin y otras monedas digitales como dinero de curso legal al igual que el dólar. ¿Argentina va en el mismo camino?
Cuando se pensaba que el sector de las criptomonedas se iba a ver un tanto debilitado por la gran oscilación de precios que vive Bitcoin en este último tiempo, algunas noticias políticas y económicas terminaron de reanimar al sector, devolviéndoles la confianza a aquellos inversores que apuestan a comprar Ethereum y otros activos digitales. Es más, si se tienen en cuenta censos y estadísticas que se difunden tanto desde el sector público como desde el sector privado, se encuentra que en el último año el número de argentinos y argentinas que se han volcado a las criptomonedas va en franco aumento, con especial hincapié en los más jóvenes que saben sacar el mayor provecho a las nuevas tecnologías.
En la misma línea, muchas empresas de primer nivel nacional e internacional han aprobado o se encuentran evaluando permitir el pago con criptomonedas. Sin ir más lejos, en Argentina ya se han registrado las primeras compras y ventas de inmuebles pagadas con activos digitales, algo que hasta hace poco parecía imposible o sacado de un cuento futurista. El turismo, en esa misma sintonía, es otro rubro que apuesta fuerte a la digitalización para atraer a los viajeros y recuperar algo del terreno perdido por las restricciones de viajes que generó la pandemia.
Es en este clima que una noticia inesperada pateó el tablero: El Salvador se convertirá el próximo mes de septiembre en el primer país del mundo en legalizar las criptomonedas como dinero al igual que el dólar. Esta medida tiene como principales objetivos dos cuestiones: primero y principal apuntar a una mayor formalidad en la actividad económica. El Salvador, al igual que sucede en gran parte de América Latina, cuenta con un porcentaje considerable de su economía en negro, por lo que las criptomonedas pueden ser un gran alivio para esa problemática.
Por otro lado, esta medida ya había sido adoptada por algunas ciudades y empresas privadas con el fin de atraer al turismo, por lo que El Salvador también intenta atraer a esa camada de nuevos inversores que pueden darle un uso real y concreto a las criptomonedas. ¿Argentina seguirá ese camino? Por el momento, solo se pueden imaginar medidas de este tipo en un futuro mediano o lejano, pero lo cierto es que la generación de centennials y millennials ya pisa fuerte en la economía y se encuentra buscando las mayores facilidades.
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