1. Haz fotos de paisajes cada vez que veas algo interesante, y hazla desde diferentes ángulos; desde el suelo, arrodillado, de pie…
2. Antes de empuñar la cámara formúlate la siguiente pregunta “¿Qué quiero mantener en la toma y qué quiero dejar fuera?”.
3. Compón la fotografía pensando en que el punto más interesante quede a un tercio de la escena (aproximadamente), y trata de evitar elementos que distraigan (personas, vehículos, etcétera).
4. Pon la cámara en modo paisajes, pues de este modo destacará los colores azules y verdes de la imagen.
5. Utiliza un trípode, te ayudará a jugar con la velocidad de obturación al margen de evitar movimientos indeseados. También es recomendable disponer de un disparador remoto o utilizar el temporizador.
6. Elige bien el momento del día. En general, sobre todo en verano, conviene realizar fotografías por la mañana o al atardecer, pues a medio día la luz suele provocar fuertes contrastes. Recuerda que un paisaje cambia drásticamente en función del clima, la estación y la hora del día.
7. Ten en cuenta el cielo, pues es un elemento predominante en una fotografía de paisaje. Si no va a aportar demasiado, conviene dejar un tercio de la toma para él; de lo contrario, le daremos dos tercios para que su importancia resalte. Hecha la toma, no está de más aplicarle algo de procesado para darle más fuerza.
8. También el fondo, que en paisajes es casi lo que más importa. Ha de estar nítido, con lo cual, hemos de analizarlo con detenimiento para ver donde situamos los puntos de interés.
¡Espero de corazón que os hayan servido y os animéis
a salir con vuestra cámara a comeros el mundo! :D